Incesante Deseo

Capítulo 19

Me friego las muñecas, antes de meterme en la ducha con él, me tiende la mano. Él toma mis muñecas con preocupación, las besa con ternura.

-Perdón...te las ajusté demasiado- susurra.

-Estoy bien. El enrojecimiento se irá en un rato- digo

-Si...- balbuce con voz tenue y me da un beso en la frente y me abraza llevándome debajo del agua tibia.

-¡Esta fría!-digo en un suspiro.

Él se acerca a un panel de la pared.

-¿Y eso?-

-Le subo la temperatura al agua-

-Uau, y la ducha ¿Dónde estaba?-

-Dentro del techo-

-Interesante...- balbuceo

-Domotica, licy-

-Ah...-

Ni sé que es eso pero debe ser eso de que su casa es "inteligente", yo diría que tiene vida propia.

Me enjabona el cuerpo con suavidad, me gusta así, calmo no cómo hace un rato, estaba poseído.

-¿Estás bien?- pregunta a mis espaldas mientras enjabona mi cuello.

-Estoy bien- Admito

Muerdo mi labio, y siento un sabor metálico en la boca, me paso un dedo, sangre. Se revuelve un poco el estómago.

-Me corte...- digo

El se coloca de frente a mí.

-No pasa nada- me limpia el labio con un beso, deja de dolerme al instante.

Luego de un rato, me ayuda a salir de la ducha y me sostiene una bata negra. Me queda enorme pero hace que no tenga frio y huele a él. Con su frente contra la mía.

-Me gustas mucho- susurra con voz tenue. Sus ojos ámbar son indescifrables en este instante, esta serio.

Cuando levanto mis brazos para abrazarlo y él me rodea por la cintura, me quejo de un ligero dolor, justo en mis costillas. Me suelta al instante. Me desprendo el lazo de la bata para ver que tengo...

¡Dioss, estoy toda marcada! Me observo al espejo. Mi cuello.... También. Vuelvo a cubrime con la bata ¿Cómo pudo pasar esto?

Bastian está sentado en la banqueta que hay detrás de mí con sus codos en sus rodillas, pensante.

Me arrodillo en el piso de frente a él.

-¿Por qué, estoy así?-

-No pude controlarme... no fui suave-

-Tian... parece que me molieron a palos, no lo hiciste, no lo sentí-

Se queda callado una eternidad...

-Hablá, por el amor de dios, Tian-

Me toma fuerte de los hombros-

-¡Alicia este soy yo! ¿Qué más queres saber?- me suelta con brusquedad poniéndose de pie en un instante.

Camina hasta el vestidor. Logro levantar mi confuso cuerpo del suelo para seguirlo. Selecciona un bóxer y se lo coloca. Me paro al umbral de la entrada del cubo de cristal donde guarda sus ropas... no lo comprendo, no entiendo que pasó, porque me agredió así, si fue tan dulce anoche...

-No va a volver a pasar, Alicia- dice abotonándose la camisa.

¿Alicia? Ese trato tan frío me hiela la sangre.