Capítulo 20

52 4 0
                                    


  Koty toma distancia dejando de abrazarme, me mira confusa.  

-¿Qué dijiste?- pregunta

-Lo que escuchaste- balbuce limpiándome los ojos.

Ni yo me lo creo, después de lo que vivencié hace un rato con él, tengo que estar demente para admitir que me enamoré de ese hombre. Ella me coloca el pelo por detrás de mí oreja para verme la cara.

-Tenes el cuerpo caliente, estás delirando, licy. Voy a traer el termómetro- dice mientras se levanta de la cama.

-No estoy delirando, eso siento- digo antes que desaparezca por la puerta.

-Cambiate esa ropa, ahora subo-

En ese instante desaparece y yo con mucha fuerza de voluntad busco mi remera de entre casa y me quito el Armani que me regaló aquel hombre, que ayer era mi ideal.

Desnuda frente a mi espejo de cuerpo entero observo la libélula en mi cuello. Me acerco más para ver el daño de mi cuello.

"Licy, ¿Por qué no pudiste lograr que te cuente lo que le paso por la cabeza para lastimarte así?", me cuestiono y me cuestiono, pero más frustrada me siento. Le conté algo que tenía oculto reprimido en mi mente, y él nada, sumado a qué investigo sobre mí a mis espaldas, el me responde alejándose de mí, encerrándose en sí mismo.

Dejo de martirizarme frente al espejo y me pongo ropa interior, seguido de mi remera vieja. Me meto en la cama, me siento afiebrada y se me parte la cabeza.

Mi almohada me transmite la comodidad que necesito para intentar dormir.

-Licy...-susurra koty, abro los ojos-¿Bastian te hizo eso?- pregunta agarrando con suavidad la muñeca.

-Si... pero no me duele-

Ella se acerca a ponerme el termómetro.

-Es por eso que estas así-

-Estoy así, porque no habló, porque no expreso sus razones para hacerme esto- digo mostrándole las marcas que tengo a la altura de las costillas.

-Le gusta el sadomasoquismo, licy-

Sus palabras, golpean mi alma al instante. Lo suponía, pero no quería admitírmelo a mi misma.

-Me alejo de él... puedo entenderlo-

-¿Podes entender que le excite tener sexo ocasionándole dolor físico a sus mujeres, en este caso a vos?, eso no podes entenderlo, licy. Ese, no es tu mundo-

Su comentario fue un baldazo de agua fría para mí.

-No lo conoces...-

-¿Vos si?- pregunta mientras me quita el termómetro.

-Lo conozco para saber que puede ser diferente conmigo, lo fué anoche-

-Licy, es...- balbucea con la vista al termomentro.

-Complicado, lo sé. Pero estaba dispuesta a que se explique a que me de sus razones-

-¿Querés ese tipo de sexo con él?-

-Quiero estar con él-

-Treintiocho y medio de fiebre, licy. Voy a traerte un ibuprofeno-

-De acuerdo. Y... ¿Qué hago?-

-Reposo, licy-

-Con Bastian, tonta-

-No lo sé, licy. No me agrada que vengas toda molida a palos a casa, nunca me hubiera imaginado que le gustara la dominación-

Incesante DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora