Ni bien entro en casa, me quito el calzado y voy hacia la cocina. Spoky es el primero recibirme, le doy unos cuantos besos.
-Koty... acá estoy, llegué- grito mientras cierro la puerta de calle.
En instantes la veo bajar las escaleras, liviana de ropa, me saluda con un fuerte abrazo como siempre tan afectuosa.
-¡Alicia, no vuelvas a desaparecer así, oíste!- exclama mientras baja las escaleras.
-Ni siquiera mi mamá, controlaba así mis horarios, ¿Qué iba a pasarme?- digo en un suspiro y voy hacia el sillón a desplomarme, antes me quito el abrigo.
-No salís sola de noche, a ningún lado... no avisaste, pensé que te había pasado algo- murmura, mientras pone la cafetera con café.
-Nunca lo hago, lo sé, pero hoy lo hice- digo
-Avisa la próxima, así no entro en desesperación-
-Fue un día especial-
-Ya lo creo-
-¿Dónde estabas?, son las once de la noche- pregunta mientras inclina su cuerpo al filo de la mesada-Me asusté mucho. ¿Sabías?- susurra con voz tensa
-perdón... me invitaron a comer- murmuro
Ella se acerca más a mí.
-¿Tuviste una cita, un hombre tuvo el privilegio de que le concedas una cena?-
-¿Perdón?, el privilegio, no soy tan cerrada... koty-
-Con los hombres sí, ninguno te convence lo suficiente-
-Pretendo mucho...- digo
Se acerca más a mí, funso el ceño.
-¿Qué pasa?- pregunto tomando algo de distancia de ella.
-Huele bien... el afortunado-
Sonrío. Exelente huele. No digo nada.
-Te dejo sin palabras...-murmura
-Atontada- admito-Voy arriba a cambiarme- susurro, mientras me voy de la cocina, rumbo a mi cuarto, por el camino desabrocho mis jeans y me los saco antes de empezar a subir las escaleras. Decido darme una ducha, me despejo de mi ropa y la tiro sobre la cama al pasar por mi habitación. Camino hacia el baño, pero en cuanto voy a abrir la puerta, me sorprende Chuck, saliendo del baño.
Mierda.
Me voy corriendo a mi cuarto y cierro mi puerta.
-¡Mierda!- grito
-¡Licy!- grita él
Asoma la cabeza con la puerta entornada.
-Hola- susurro
-No vi nada, te lo prometo, quédate tranquila- dice.
No digo nada y cierro la puerta. ¡Que vergüenza! Cómo no me aviso koty, que estaba Chuck en mi baño.
¡Maldita seas Dakota!
No me doy ninguna ducha, me pongo algo cómodo y bajo a la cocina.
Me quedo parada al umbral de la puerta, Chuck y Koty, se están besando, devorando mejor dicho. Tozo para llamar la atención. Me ven, Chuck va a sentarse en una silla y koty me alcanza una taza de café.
-Chuck... estaba en mi baño, podrías haberme aviado que teníamos visita, estaba en ropa interior paseándome lo más tranquila... koty- susurro con voz seria.
ESTÁS LEYENDO
Incesante Deseo
Roman d'amour¿Alguna vez, te enamoraste tanto de alguien, hasta perder la razón? El amor no se piensa, se siente, es una afirmación obvia, lo sé pero muchas veces no la tenemos en cuenta. Todos alguna vez, tarde o temprano, pasamos por eso. Todos tenemos ese ot...