Capítulo 6
"¿Niña o mujer?"
*Narra Christopher
Un sueño. Un maldito sueño hizo que llegara quince minutos tarde a mi trabajo. Gracias a eso, me comí un sermón de mi jefe y fui mandado a cuidar a una niña.
¿¡Acaso me ven cara de niñero!?
No quiero cuidar a una niña. Estoy seguro de que ella es maleducada, entrometida, curiosa, sensible y me hará perder la paciencia. Aún así, debo hacerlo. Ordenes son ordenes y no puedes hacer nada contra tu jefe ya que él te puede llegar a despedir. Además de que, claro, él es más superior que tú.
No sabía nada sobre ella. No sabía cómo era, cuántos años tendría ni que le gustaba. Lo único que sabía era su nombre; Milagros Elizabeth Greenrace.
Al llegar a la casa, saqué la llave que Scott me había dado y abrí la puerta.
—¡HOLA! —grité al entrar. Y cerré la puerta a mi espalda. Luego, repetí: —¿¡HOLA!?
Sin embargo, nada paso. Supuse que esa niña estaba en su habitación. Por esa razón, subí.
Al subir la escalera, comencé a escuchar una voz. Era dulce y tierna. Provenía del baño, lo sabía ya que había estado en esa casa varias veces. Debido a esto, me quedé escuchándola. No quería ser un atrevido ni mucho menos asustar a la niña, pero entré. No sé por qué lo hice. Solo sé que de un momento a otro me encontraba dentro del baño, escuchando esa hermosa voz.
Ese tal vez halla sido el peor error que cometí en toda mi vida.
En ese mismo instante, supe que la persona que tenía que cuidar no era una niña. Sino una mujer o, al menos, una adolescente.
Minutos más tarde, ella se dio cuenta de mi presencia.
—¿Quien está ahí? —preguntó.
Sin embargo, yo no sabía qué o cómo responder. Entonces, me callé.
—¿¡Quien está ahí!? —repitió—. Esto no es gracioso.
—Un chico, preciosa —respondí.
Quería ser simpático y sonar divertido. Aunque, las circunstancias no eran para actuar de esa forma. Por eso, creo que me echó.
Fue mi error, lo admito. ¿A quién le puede llegar a gustar que alguien entre al baño mientras se está duchando? Creo que a nadie le gustaría eso. Ni a mí. No obstante, lo hice. No sé por qué. Pero, lo hice y no hay vuelta atrás. Lo hecho, hecho está.
Cuando me retiré del baño fui abajo, para esperarla. Como me estaba aburriendo, prendí el televisor. Al rato, se me antojo tomar algo. Así que fui hasta la cocina y me preparé un café. Volví a la sala y seguí mirando tele. Luego, fui a lavar la taza y cuando me di vuelta, la vi.
Tenía cabello castaño, era de piel blanca y un poco más chica que yo. No pude evitar sonreír. Era preciosa, magnifica. La "niña" que me habían mandado a cuidar, no era una niña. Era una adolescente, casi una mujer. Y eso me gustaba. Pero, estaba avergonzado por la primera impresión que le di. Fue feo.
—Hola, Milagros —dije—. Soy Christopher Johnatan Benrey —me acerqué y le estiré la mano. La cual solo la miró— y lamento lo que paso en el baño.
No fue muy linda su reacción ya que no estrechó mi mano y yo la tuve que cerrar. No obstante, creo que yo hubiese actuado de la misma manera. Como ya he dicho, no me gustaría que nadie entré en mi baño mientras me estoy duchando. Seguro que eso fue horrible. Debe de haberse sentido pésimo.
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Amor Confuso
Teen FictionMilagros Elizabeth Greenrace es una chica de 17 años que va a cursar el ultimo año de preparatoria. Para su madre, ella es una hija ejemplar. Milagros, vive en Argentina con su madre. No conoce a su padre y eso no le importa. Aunque, le molesta que...