*CAPÍTULO 8*

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Pasé toda la tarde leyendo un libro que había traído un viejo bibliotecario para los presos que le gustan leer y no estar aburriéndose.

Escuché un fuerte ruido y sonreí, era Ross, pero se esfumó mis ilusiones cuando se presentó serio delante de mí.

-Es hora de su baño y ya tiene un nuevo traje, el cual le corresponde, acompáñeme.

Puso las llaves a la puerta de rejas y la abrió, salí de allí y me colocó con rudeza las esposas en mis muñecas.

-¿Te pasa algo?.

Ninguna respuesta.

-¿Estas bien?.

Nada, suspiré fastidiada.

-¿Qué tie...?

-Camina.

Maldición.

Obedecí y caminamos sin cruzar ninguna palabra en los pasillos.

¿Qué le pasa? O mejor dicho ¿los hombres también son bipolares? Hace una hora estaba acaramelado conmigo, digo así porque enserio no sé qué que insecto le picó, y ahora me trata como una insignificante presa mas ¿Pero por qué? ¡A ti que te debe importar _____! Lo sé pero es que este tipo me lleva a otros niveles.

Es tán misterioso, que me interesa más...

Choque mi cabeza contra su ancha espalda aprovechando sentir sus cálidos formados músculos por unos segundos, estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percaté que estábamos frente a la puerta de los baños, me mira de reojo.

-Deja tu ropa en los bancos de espera y báñate, te traeré otro uniforme.

Desabrocha las esposas, fruncí el ceño molesta.

-No tienes por qué hacer esto me acostumbré muy rápido, no tienes porque molestarte.

-Son órdenes del jefe.

-¿Tienes por qué hacerle caso?.

Suspira.

-Hoy no te tendré paciencia, así que cierra esa boquita y vete a hacer lo que te digo.

-¿Y si no lo hago qué? ¿Me torturaras o alguna especie de castigo?.

Sonrío interiormente al ver como endurecía su mirada.

-No me provoques.

-Lo estoy haciendo.

Como una pluma, me acorraló contra la pared a espaldas a él sintiendo su aliento cálido en mi oído erizándome la piel, ¿cómo puede hacerme sentir esto?.

Este hombre me va a enloquecer.

-Escucha, yo no soy esos hombres que te complazcan con lo que quieras, así que mejor me haces caso si no quieres tener verdaderamente problemas conmigo.

-Eso hace una hora no me decías eso ¿ahora te vienes a hacerte el hombre conmigo?.

Me dió una nalgada haciendo soltar un inaudible gemido pero suficiente para que mi oficial escuchara y sonriera maliciosamente.

Maldición mis piernas tiemblan, si sigo un tiempo así soy capaz de perder mi conciencia y caer desmayada, la verdad que este hombre me esta hechizando de alguna manera, nunca sentí estas sensaciones cuando estuve con otros tipos.

-Tú sabes muy bien que me gusta jugar contigo, de maneras rudas y románticas, pero la verdad es que me gustan más las rudas.

¿Acaso esta... Jugando?, _____ enserio que debes estar divertida con esto y no sentirte que te traspasan el corazón, la idea es no enamorarte de tu propio enemigo.

ARRESTADA POR EL POLICÍA LYNCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora