Capítulo 20

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Después de la cena piden un carro que los lleva a una playa. Un bar hacia el final de esta resalta con una fogata en todo el centro, por la fecha está desocupado, se sientan en una de las mesas.

- Hola... Me das una de bushy - Ella desde la ventana de atención

- Sí claro - Un hombre moreno alto y con el cabello en trenzas - ¿Jane? – La mira sorprendido

- ¿Camello? ¿Tu compraste el bar? - Sorprendida

- Sí, hace como un año... ¿Cómo has estado?

- Bien, ahí vamos... Por aquí de vacaciones vine a disfrutar de mi paraíso

- Que bien, ¿te estás quedando donde siempre?... Sí me imagino... ¿Vas a ir mañana? Por supuesto para eso viniste

- Sí me estoy quedando donde siempre y no voy a ir mañana – Él le pasa el licor que pidió - ¿Cuánto es?

- No, deja así la casa invita... Más aun tratándose de las reinas del lugar, y ¿por qué no vas a ir? – Mira para buscando algo - Y ¿Ashley? - Extrañado

- Tu amor... Murió hace casi un mes – Su voz se entrecorta y sus ojos se cristalizan

- ¿Qué? Eso no puede ser cierto... No mi Ash – Empieza a sollozar

- Yo aún no lo asimilo – Lágrimas corren libremente

- Preciosa ¿por qué estas tardando? – Travies se acerca a ella

- Camello te presento a Travies... Mi novio – Seca algunas lágrimas

- Parece que acá todo el mundo te conoce

- Pues es que hemos ido a los lugares donde lo hacen... Además, es una isla pequeña todo el mundo se conoce... Me voy a sentar donde siempre Came, te felicito esta divino todo – Caminan hacia una mesa en la orilla del mar, donde el agua alcanza a tocar sus pies con cada ola.

- ¿Por qué conoces y te conoce tanta gente?

- El trabajo que nos dio la beca a Ashley y a mí lo hicimos aquí... Juliana nos ayudó y Camello es muy amigo de Juliana... Duramos casi dos años viniendo cada que podíamos, y siempre nos quedábamos donde nos estamos quedando y pues nos la pasábamos con Juli y Came – Sirve dos copas del extraño licor color caramelo.

- Por eso te gusta tanto Providencia

- Así es, llego y siento paz, me olvido de todo... Además, casi no hay señal de teléfono entonces es muy difícil hablar a los que están en otras partes - Pasa una copa pequeña con el licor a Travies - Este es el licor de acá, se consigue de otros, pero este únicamente se consigue aquí – Brindan y beben

- Es dulce

- Un poco, pero es súper rico... Came me puedes poner algo para ver que tan bien baila mi novio - Grita

- ¿Qué quieres? - Grita Camello

- Pon una bachata

- No se bailar eso – Se niega a ponerse en pie

- Yo te enseño, pero no puedes estar conmigo si no sabes bailar – Hace que se ponga pie, empiezan a bailar. Les causa dificultad en principio, pero después él aprende a seguir el ritmo.

Al terminar la botella se sentían un poco mareados, entonces deciden volver al hotel. Travies pide el teléfono en el hotel para llamar a preguntar por sus exámenes, le dicen que estos no muestran ninguna anomalía y que es muy extraño que los del ejército se mostraran tan alterados.

- ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron? ¿Es grave? – Él llega alterado a la cabaña, ella termina de inmediato la llamada en la que estaba

- Te lo juro que voy a matar a mi madre – La rabia en su voz se hace notoria

- ¿Qué pasó?... Travies cálmate, siéntate y respiras profundo, si no quieres contarme está bien... Pero cálmate – Hace que él se siente en la cama, él empieza a respirar, ella toma su pijama y entra al baño. Al salir, él no está. Toma sus zapatos y va a recepción, nadie lo ha visto. Toma rumbo a los lugares en los que habían estado.

- Jane ¿cómo estás? – Un hombre que estaba en la construcción en la que se había visto con Juliana

- Jimy muy bien y ¿tú?

- Bien ¿qué haces a esta hora despierta? ¿No vas a ir mañana? – Mira su reloj

- No, esta vez no vine en ese plan ¿has visto pasar a un hombre alto y Rubio?

- Sí, ¿con cara de gringo? – Sonríe ante estas palabras

- Sí, ¿viste hacia donde se fue?

- Lo vi ir hacia la playa, pero no sé para donde se fue

- Gracias Jimy... Luego vengo y charlamos un rato – Se despide y camina hacia el lado contrario al que habían caminado.

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Hola!!!

Una foto más de mi amado lugar, esa imagen es de la entrada del bas que describo en la historia, el más vistoso de todo Providencia.

Recuerden que para ser feliz basta con sonreír.

Juanita S R

¿Hasta donde puede llegar el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora