- ¿Hace mucho no montabas? - Pregunta Coco al llegar al otro puerto
- Pues... Estuve montando un poco donde mis abuelitos, pero es que la mía es muy diferente
- ¿Te sientes capaz de hacer lo que hacías? – Pregunta intrigado
- Sinceramente no creo, además me da miedo - Él la mira con un "no te creo" en mente - ¿Qué? Ya no soy una niña, además tengo una personita que depende de mí ahora y no me puedo exponer tan estúpidamente
- Bueno... Como digas – Suben a la lancha
- ¿De qué estaba hablando él? - Pregunta Travies
- Es que cuando venía me la pasaba en moto y pues aprendí a andar en una rueda, tanto trasera como delantera
- Aún el record de la isla es de ella – Coco mientras les pasa los chalecos salva vidas
- Sí, pero no lo volveré a intentar – Travies la mira con sorpresa y preocupación
- Y me decías que ahora tienes alguien que depende de ti... ¿Tuviste un bebe? - coco emocionado cambia de tema
- Sí ahora tengo un hijo y no puedo hacer muchas estupideces - Con una sonrisa en los labios
- Entonces tampoco te vas a hacer adelante
- No sé... ¿Travies te mareas fácil?
- No, de hecho, no sé qué es un mareo
- Perfecto, hazte en la punta de la lancha... Creo que eso es un no, aún me gusta esa sensación – Mira a coco y empieza a caminar al extremo de la lancha.
El viaje en lancha es de aproximadamente media hora, o eso le pare a Jane que va muy entretenida hablando de los tipos de especies que ha visto en esas aguas, y explicándole a los demás pasajeros de la lancha la razón por la cual se dice que es un mar de siete colores. Llegan a Cayo Cangrejo y hacen todo el papeleo para entrar, como su nombre lo dice hay toda clase de cangrejos sobre las rocas, Jane parce un niño pequeño en Disney, habla de todas las especies con mucha emoción.
Después de unos minutos de estar tomando el sol, Jane dice que debe ir al baño que queda en la parte de arriba. Travies se queda dónde estaban, antes de subir ella toma la carta que había escrito y un briquet, estando arriba sube a la enorme roca que hay allí y donde solía subir con Ashley siempre que iban. Se sienta en la parte más alta, hace de la carta un avión, prende una de las partes de atrás y lo lanza al aire, en cuestión de segundos se prende completamente y las cenizas se las lleva el viento.
- ¿Vamos a mirar peces? – Se acerca a él
- Bueno, pero por favor controla todos los datos que sabes de peces
- Eso es imposible, es como una especie de vomito verbal... Perdona mi expresión, pero es así, imposible de retener – Entran al agua. Están una hora más y vuelven a la isla. Toman la moto de Juliana para ir al primer puerto, antes de llegar paran en una especie de heladería, donde Jane compra unos helados de maíz y de otras cosas. Dejan los helados en la habitación y van a un restaurante.
- Ya había escuchado rumores... Pero hasta no ver no creer – Al llegar al restaurante un hombre saluda a Jane
- Hola loquito
- ¿Cómo has estado?
- Súper bien... Ayer me enteré de que vendiste el bar, ¿Por qué? – Se sentaron en una mesa plástica ubicada en la playa bajo unos árboles
- Me quedaba muy difícil y Camello me hizo una buena propuesta, ¿Quieres lo de siempre?
- Yo sí, ¿Travies qué quieres? – Él está revisando la carta, tratando de entender los tres platos que tiene
- Lo mismo que tú... No me arriesgo, la verdad es que no conozco nada de lo que dice esta carta - Dejando la carta en la mesa, el mesero asiente y se va.
- ¿Por qué pediste lo mismo que yo si ni siquiera sabes qué es?
- Confío en ti - Duda - ¿Qué pedimos?
- ¿Sabes qué es el pez león?
- Un animal acuático
- Es una plaga, está acabando con los animales del arrecife porque no tiene depredador natural en este ecosistema, entonces ahí es donde el poder destructivo de los humanos puede ejercer su fuerza positivamente, en esta isla se caza y se consume el pez león todos los días, y nosotros acabamos de pedir pez león... No te preocupes, sabe rico
Llega el almuerzo comen todo, está delicioso. Van a caminar y llegan a la cancha de futbol, unos amigos de Jane están jugando, los invitan y ellos acceden. Juegan hasta que oscurece, se meten al mar y vuelven al hotel. Se bañan, cambian y Jane alquila una moto.
Van a cenar a un restaurante especial, una cena romántica perfecta para dos. Se detienen en un supermercado, compran algunas botellas de licor local y vuelven al hotel. Con un poco de música, sin luces dentro de la habitación, sintiendo la brisa y admirando la belleza de la luna desde el balcón acostados juntos en la hamaca tomaron una de las botellas.
- ¿Extrañas mucho a Ashley? - Pregunta Travies
- Mucho, ella era mi otra mitad, y no sé cómo será ahora que ella no está... Hay muchas cosas que no será lo mismo hacer sin ella
- ¿Por ejemplo?
- Ir de compras, bucear, un domingo en la tarde
- ¿Por qué llevaste el briquet al baño esta mañana? - Jane se muerde el labio inferior
- Solía escribirme cartas con Ash, siempre, en todo momento cada cosa que pasaba la reflexionábamos haciendo una carta, las pocas veces que nos peleamos nos reconciliábamos con una carta y cuando una de las dos estaba de viaje recibía cartas en donde se encontrara
Últimamente he escrito varias cartas, antes las guardaba, pero decidí que es mejor quemarlas y eso hice esta mañana, quemé la carta que le había escrito... Sé que tal vez no reciba ninguna respuesta, pero me hace sentir que aun la tengo para contarle todo y reflexionar juntas todo lo que pasa a nuestro, bueno a mi alrededor - Algunas lágrimas empiezan a salir
- ¿Sobre qué le escribes?
- Sobre todo... Del viaje, de Samuel, de ti – Lo mira tiernamente
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Hola!!!!
En imagen el lugar dónde tuvieron su cena romántica.
Recuerden que para ser feliz basta con sonreír.
Juanita S R
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¿Hasta donde puede llegar el amor?
RomanceJane, una joven colombiana de 20 años, estudiante becada en una gran universidad está pasando por el momento más difícil de su vida, acaba de perder a su mejor amiga y todo su mundo está de cabeza, en medio de este caos conoce a Travies, ¿qué tanto...