- ¿Te parece si aprovechamos mañana para hacer esas vueltas?
- Sí, por mi está perfecto... Así me queda tiempo para que le demos una vuelta a mi paraíso – Travies la mira al sentarse en el comedor.
- Hablando de eso, Emilio me comentaba que tu lugar favorito se llama San Andrés, ¿te parece si me lo presentas? – le toma una mano
- Eso sería fantástico, se pueden ir ustedes dos, mientras yo paso tiempo con mi hermoso nieto – Patricia emocionada, Jane y Travies la miran extrañados - Si quieren yo hablo con Carmen la de la agencia, para que se vayan lo más pronto posible y alcancen a estar en Providencia... Yo sé que tú amas Providencia, y me quedo con Samuel para que ustedes puedan disfrutar de un momento solos
- De todas formas, no nos podemos ir muy rápido, porque tengo que ir a saludar a mis abuelitos, y no sería bueno que te quedaras con Samu, después de todo él no es ninguna molestia para nosotros
- Hagamos una cosa, yo estaba pensando en dejar el cuarto de Ash para Samuel, así que podemos mañana ir a comprar las cosas después de sacar los papeles de él, te vas para donde tus abuelitos, te quedas allá unos dos días mientras redecoramos la habitación y compramos las cosas del viaje, para ustedes dos.
Cuando ustedes vuelvan de donde tus abuelitos se van para San Andrés, la pasan rico y yo disfruto a mi nieto - Patricia, esa mujer es muy convincente en sus palabras, además es tan terca que nadie puede decir que no.
Luego de la cena Jane y Travies se despiden y se van con Samuel, tendrán que verse muy temprano al otro día. Llegan cansados, por lo que no pasa mucho tiempo para que se duerman fácilmente.
- Pon una caución a Train, no quiero que nunca en la vida ese hombre se acerque a mi hijo, y mucho menos que te haga daño... Tienes que tener cuidado ese hombre es peligroso, aún no hemos visto nada, un ángel en la tierra está a tu lado, pero tienes que estar atenta cuando te separes de él... Lo estás haciendo todo muy bien, deja que mi madre disfrute a Samuel, ellos ven en él una parte de mí y por ello se aferran – La voz de ella se escucha lejana pero su imagen es clara
- ¿De qué hablas, cuál ángel? – Jane desconcertada
- Un ángel que te estará acompañado por el resto de tu vida, un ángel que no te va a desamparar, un ángel que te lo dará todo a cambio de una cosa - Ashley cada vez más lejos
- ¿Qué cosa, cuál ángel no veo ninguno? – El desespero es notorio
- A cambio de lo que nunca has dado a nadie... Lo que le di a Train y eso mismo que nunca quisimos darle a nadie en Colombia, porque nadie lo valía, según nosotras. Ese algo que aún vive en medio de nosotros, aunque su existencia esté sobrevaluada, eso que si se tiene de verdad cambia el mundo entero o por lo menos el de las personas que lo tienen
- Pero dime... ¿Qué es?
- Tu, sabes Jane, eres muy inteligente, pero para esta ocasión necesitarás ese órgano que no abres a todos, piénsalo – Ashley desaparece y Jane corre en su búsqueda, sin darse cuenta cae por un acantilado.
Despierta agitada, se incorpora de golpe. Aún está oscuro, Travies duerme tranquilo a su lado, ella sudada y caliente, se pone de pie, toma una hoja y escribe lo que acababa de soñar. Es extraño lo que su amiga le ha dicho, pero debe encontrar la forma de descifrar esas palabras. Escucha el llanto de Samuel, tras terminar de escribir, le cambia el pañal y lo vuelve a dormir. Se acuesta nuevamente. La mañana siguiente salen rápidamente, invitados a desayunar por Patricia van a su casa una vez están listos.
- Travies, ¿tú quieres venir con nosotras o te gustaría ir con Emilio a la oficina? – Pregunta Patricia mientras desayunan
- Prefiero ir con ustedes, no me quiero separar de Jane ni por un segundo
- Como quieras, pero creo que tendrás que tener mucha paciencia... Vamos a hacer bastantes diligencias
- ¿Vamos a ir a la agencia de viajes?
- Sí, esa nos queda cerca de la iglesia
- ¿Vamos a ir a una iglesia? – Mira a Jane sorprendido
- Sí, es que Pati quiere que bauticemos a Samuel antes de irnos y pues... Alguna vez dijimos que bautizaríamos a nuestros hijos en la iglesia en la que nos bautizaron a nosotras, y donde hicimos el resto de nuestros sacramentos hasta el momento
- ¿Las bautizaron en la misma iglesia?
- Pues eso fue casualidad, no nos bautizaron juntas... Pero sí en la misma iglesia, aun que el resto sí fue juntas... Y, el matrimonio de nuestros padres también fue ahí
- Eso es lindo
- Por eso es por lo que bautizaremos a Samuel allá
- Ya veo, y ¿qué otras diligencias hay que hacer?
- Tenemos que sacar la nacionalidad colombiana de Samuel y el pasaporte, además vamos a ir a comprar las cosas del nuevo cuarto y a contratar el camión que va a llevar las cosas de la habitación de Ashley al refugio
- ¿Las van a donar? ¿Dónde?
- Sí, a una fundación que acoge mujeres embarazadas en condición de abandono, cuida de ellas y las apoya durante y después del embarazo – Patricia, recoge los platos y va por su bolso.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola!!!!
Recuerden que para ser feliz basta con sonreír.
Juanita S R
ESTÁS LEYENDO
¿Hasta donde puede llegar el amor?
RomanceJane, una joven colombiana de 20 años, estudiante becada en una gran universidad está pasando por el momento más difícil de su vida, acaba de perder a su mejor amiga y todo su mundo está de cabeza, en medio de este caos conoce a Travies, ¿qué tanto...