¿Hasta donde puede llegar el amor?

Anexo 1, Nuevo Renger

Han pasado cinco años desde lo sucedido, Jane tuvo unos hermosos trillizos a quienes nombraron Lethan, Daniel y Simon, son una hermosa familia, Samuel ya con cinco años ama a sus hermanitos de dos años, van a Colombia cada año y de Colombia vienen muy seguido, Jane continúa trabajando en el laboratorio de la universidad y Travies para sus padres.

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- Me parece supremamente exagerado que hayas contratado un fotógrafo y un camarógrafo para esto – Mi amada esposa me reprende justo antes de bajar del auto

- Pati, me pidió explícitamente que cada pequeño detalle quedara registrado

- Es un juego de futbol de primer grado, no la final de la copa mundo

- Es el primer juego de nuestro campeón y todo tiene que quedar registrado – A lo lejos vi que mis padres nos saludan, Jane camina a ellos rodeada por los trillizos y la niñera con la enorme pañalera en brazos.

- Papi... Estoy nervioso – Mi campeón tira de la mano de la que lo llevo hacia donde está su equipo

- ¿Por qué?

- ¿Qué pasa si me meten un gol y pierdemos por mi culpa? – Lo abracé

- Corazón, esto no es de vida o muerte... No va a pasar nada si pierden, además son un equipo y tu eres el mejor arquero que conozco

- Eso lo dices porque eres mi papá

- Recuerda la vez que entrenaste con tu tío... Él reconoció que dejó de darte ventaja en la mitad del juego, y no te metió ningún gol... Pase lo que pase, siempre serás nuestro campeón – Llegamos donde su equipo, me pongo a su nivel y lo miro a los ojos – Samuel, tan solo diviértete – Lo abrazo y dejo un beso en su frente

- ¿Cómo está el campeón? – Mi madre me saluda

- Nervioso... Tiene miedo de que pierdan por su culpa

- Por eso tu siempre fuiste más de atletismo... Eras tu propio equipo – Mi padre con dos de mis trillizos sobre él

- Eso cambió cuando ellos llegaron – Me siento junto a Jane y Lethan – Comprendí que siempre es bueno tener apoyo – Dejo un beso en los labios de mi hermosa esposa

- Y han hecho un muy buen equipo... Pero yo necesito una princesita – Mi mamá, sé que le frustra que tengamos tantos hijos y ninguno sea una niña, a ella siempre le hizo falta una hija, aunque Jane es como una en estos momentos, sé que, aunque no me lo digan, ambas quieren una niña en la familia.

- Yo quiero que los trillizos estén un poco más grandes... Sería demasiado trabajo en estos momentos – Jane, siempre es esquiva con el tema y hoy ha estado un poco ausente.

- Siempre podrán contratar más niñeras – Mi mamá despreocupadamente – Por los aspectos técnicos sé que no tienen ningún problema – Jane suelta una risa nerviosa

- Eso si es muy cierto – Ella rápidamente deja un beso en mis labios, pero lentamente vuelve a su posición anterior y frunce el ceño

- ¿Estás bien? – Su mirada cambia por completo y está algo pálida, respira profundo y me mira con una sonrisa ladeada

- Si, todo bien... Ya va a empezar el partido – La conozco y sé que no está del todo bien. El partido es todo un espectáculo, para nosotros por lo menos, mi campeón tuvo una maravillosa actuación y ganaron el partido.

Tras el asombroso espectáculo futbolístico, fuimos todos a comer pizza para celebrar el triunfo del equipo del campeón. Pasamos un grandioso momento juntos como la gran familia que somos. Al llegar los chicos ya estaban dormidos, así que junto con la niñera los arreglamos y acostamos.