Hoy se cumplían exactamente dos meses desde que comencé con la medicación,y algunos de los efectos secundarios que me comentó el doctor comenzaban a notarse.
Me miraba en el espejo tratando de ver alguna perspectiva bonita de mi cuerpo pero me era imposible,nada me quedaba ,era la tercera tienda en la que nos encontrábamos,Shawn me había invitado a la cena del cincuenta aniversario de la empresa de sus padres,la cual era formal y debía encontrar un lindo vestido y Shawn se ofreció a comprarme uno.
Literalmente la familia Mendes era millonaria,pero su corazón era más humilde que el de un pobre.
-Déjame verte Boo.-Abri la puerta del probador y deje al descubierto aquel vestido plateado que dejaba ver mi sobrepeso y las estrías que mi brazo tenía.-Te ves preciosa.-Sonrío Shawn.
-Deja de decir tonterías,nada me queda bien,todo me queda ajustado y mis marcas se ven sin importar cuanta base le ponga sobre ellas,ya nada volverá a ser como antes Shawn estoy obesa.-Lloré,más bien parecía que una cascada corría por mi rostro.-Me odio Shawn,me odio.-Lloré aún más fuerte.
-Shhh,todo va a estar bien.-Cerro la puerta del probador tras el,encerrándonos dentro.-Eres preciosa de todas maneras Boo.-Tomo mi rostro entre sus manos.-Eres hermosa no quiero volverte a escuchar decir semejantes tonterías.Ven quítate eso.-Estiré los brazos hacia arriba y Shawn tiró del vestido para que este salga por mi cabeza.
Me encontraba parada frente a Shawn en ropa interior,el solo recorría con su mirada mi cuerpo semidesnudo.
-Puedo.-Yo asentí y el acaricio levemente mis abdomen donde más estrías se concentraban,su tacto me hizo estremecer al instante.-Quizás para ti sean simples marcas que arruinan tu piel ,pero para mí,son marcas de una verdadera luchadora.
