Las noticias no hablaban de otra cosa. En diarios, televisión, radio, todo era lo mismo: "La tragedia de Heidel Keibod".
"Un gran número de asesinatos se produjo en el hospital neuro-psiquiátrico Heidel Keibod. Este horroroso hecho sucedió en la madrugada de ayer, martes 2. Afortunadamente podemos contar con seis SOBREVIVIENTES, quienes afirman que el homicida era nada más y nada menos que el doctor Derek Monroe, director del hospital, que por cierto, terminó suicidándose y provocando un gran incendio producto de una explosión intencional. Además, múltiples cadáveres han sido encontrados en la antigua casa del director del hospital. Esta devastadora tragedia dejó un saldo de 104 muertos. Las investigaciones continúan, el caso no está cerrado..."
Recibimos ese título "sobrevivientes", que después de todo es lo que somos, pero eso no fue suerte ni es cuestión de festejo, nunca lo es. Suerte sería no haber pasado por esto, y ahora lo comprendo. Tarde.
Michael no pudo ser salvado. Brad, Rose, Lizzie y Madison, fueron llevados a un hospital para realizarles exámenes médicos, y luego prestaron sus declaraciones junto a mí y Henry en la estación de policías... Lugar en el que me enteré sobre la muerte de mi amigo, un golpe más en el corazón.
"Limpiaron" el hospital, por así decirlo. Sacaron todos los restos, y buscaron todos los cuerpos que quedaron después del incendio provocado por Monroe. Los bomberos indicaron que el gas de la cocina había sido liberado, y sólo una chispa era necesaria para hacer volar ese lugar... Brad me contó que Penélope siguió a Monroe, tal vez esa explosión sirvió para tener que enfrentarme a un solo monstruo... Derek se sacrificó para ayudarnos.
Aunque la causa continuaba y aún eramos sospechosos del hecho, nos dejaron continuar con nuestras vidas hasta el día del juicio y que se comprobara nuestra inocencia.
Se hizo un funeral colectivo en honor a las 104 víctimas de la tragedia(otra vez ese número). Pero decidimos hacer algo más privado para el entierro de mi papá y el de Michael, al cual el padre Benjamin se ofreció para decir algunas palabras.
Primero se hizo el entierro de mi padre, y luego el de Michael en otro lugar del cementerio, apartado de la tumba de papá. Allí pudimos decir nuestras palabras:
-Ya lo dije muchas veces –Comencé– No fuiste sólo un amigo, fuiste parte de una familia que construimos todos juntos. Lamento haberte metido en esto... –Agaché la cabeza– Tenías mucho por vivir, tenías sueños por cumplir... No pude ayudarte...
Un nudo en la garganta me impidió seguir hablando. Madison se desarmaba en lágrimas, no pudo hablar. Una pérdida nos llega al alma.
Siguió Rose:
-No debes culparte, Susan. Tú no estabas, pero yo sí... Él murió enfrente de mí, no hice nada para ayudarlo. Era un joven con sueños, con futuro... un joven con oportunidades y con una familia que lo quería mucho, nosotros. Michael, perdóname.
-Yo sólo quiero dar gracias –Dijo Lizzie– Si no hubiera llegado él... Tal vez yo estaría en ese féretro. Michael lo hizo por su propia voluntad y eso lo valoro... No puedo decir más, llegué a sus vidas hace poco, no sé qué decir, sólo... gracias.
Brad miraba fijamente el féretro de su hermano, tenía una mirada seria. Creí que no iba a hablar, sin embargo, tomó su tiempo y expresó sus sentimientos:
-Hermano... Te apartaron de mí, ya no me acompañarás, ya no te veré... –Dijo con la mirada en la tierra– ¡No puedo ver esto! –Levantó la mirada y cerró los puños– Nadie quiere enterrar a su hermano ¡No puedes irte! Ahora... ahora estoy solo.
-Brad –Dije. Él dirigió su mirada lentamente hacia mí –Nunca estarás solo.
Brad miró la tumba de su hermano otra vez, y luego se marchó. Terminamos la pequeña ceremonia, y seguimos su camino.
Antes de salir del cementerio, paré a Madison para hablar a solas. Saqué de mi cartera el sobre que Monroe me había entregado y se lo di:
-¿Qué es esto? –Preguntó.
-No lo sé, Derek me dijo que te lo entregara. No te lo di antes porque estábamos saturadas con las declaraciones, pero... Creo que este es el momento –Contesté.
Madi abrió el sobre y sacó unos documentos y algunas fotos. Puso una cara muy seria y se alejó unos metros de mí para leer.
-¿Qué pasa, Madison?
-Espera –Siguió leyendo.
Me di vuelta para dejarla tranquila. En eso, pude observar a un hombre con traje y gafas oscuras al lado de la tumba de Michael, este permanecía de manos cruzadas observándome fijamente. Quedé desconcertada.
Giré otra vez con Madi, abrí la boca para hablar, pero ella me ganó de mano, estaba llorando:
-Esto... dice que mi verdadero padre fue uno de ellos...
-¿Verdadero padre? ¿De qué hablas?
-¡Así es! Dice que mi madre me abandonó y mi padre ingresó al hospital psiquiátrico por un problema... Mis tíos me criaron, los únicos que conocí como padres, pero que nunca me quisieron ¡Fui adoptada! ¡John mató a mi padre!
-Oh... Madi... Entonces tu padre fue uno de los pacientes asesinados, tal vez por eso tú escuchabas a las voces... Escuchabas a tu padre.
-¿Será esto verdad? Hay cartas escritas por él, fotos con mis supuestos padres cuando era bebé... No puedo con esto ahora, no quiero seguir –Me devolvió el sobre.
Decidí no hablarle de aquél hombre y seguir adelante. Su situación era más importante, si hubiera sabido de lo que se trataba, se lo hubiera entregado en otro momento... Su identidad estaba en juego, la historia de su vida que nunca supo y que ahora fue como un golpe fuerte y rápido. No le di su tiempo ni la privacidad necesaria. Por más que quisiera saber el contenido de las cartas, no lo vi por respeto a mi amiga, decidí esperar el momento para hablar de esto tranquilas.
Salimos del cementerio. Brad, Madi y Lizzie se fueron con Rose en su auto; en cambio, yo me fui con mi madre en su auto. Me subí y miré hacia atrás para ver el momento en que salían los demás, arrancaron y se fueron, pero al hacerlo, me dejaron ver a quién estaba detrás del auto de Rose, aquél hombre de traje que seguía con su mirada fija hacia mí (en este caso hacia el auto).
Empecé a escuchar un zumbido que me causó un fuerte dolor de cabeza, no pude evitar hacer una mueca de dolor y agarrarme la frente con una mano. Mi madre me vio y se preocupó:
-¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?
-¡Nada! Nada, sólo arranca...
FIN
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Misterio de las pesadillas
ParanormalLa historia se centra en Susan Kennedy, una joven de Detroit que lucha contra sus pesadillas, y para ello deberá encontrar la verdad oculta en el hospital psiquiátrico "Heidel Keibod". Sus amigos serán su compañía en esta búsqueda repleta de peligro...