El hospital cerró, eran las 23:00 horas y yo ya estaba camino a la oficina. Soy muy puntual y más si se trata de algo importante. Todavía no había llegado nadie, pero a los pocos minutos lo hicieron, primero los gemelos y luego Madi.
No puedo entender cómo pueden abrir una puerta con un clip, para mi es algo imposible, en cambio, Brad parecía un profesional en esto. Abrió el clip y lo dejó recto, luego lo dobló un poco dándole una pequeña forma, para luego introducir el clip en el cerrojo. Estuvo unos segundos en eso hasta lograr abrir la puerta en silencio y sin dejar evidencia alguna. Terminado eso, nos susurró:
-Trabajo hecho... ¿Pasarán?
-Luego me contarás más de ti, no sabía que serías capaz de esto –Dije también en susurros.
-Está bien, ahora entren –Dijo Brad.
Entramos a la oscura oficina y cerramos la puerta, Brad se ubicó detrás del escritorio, se agachó y levantó la baldosa. Me arrimé y empujé suavemente a Brad para poder observar lo que había allí abajo, pero no se veía nada por dentro, por ende, no estábamos muy seguros de entrar.
-¿Están seguros? –Pregunta Madi al acercarse un poco.
-No tanto... -Respondió Brad –Encenderé la lámpara del escritorio.
-Iré yo primera, si está todo bien les aviso y ustedes bajan –Dije debido a que fue mi idea escapar.
No quería sostener ninguna culpa por si lo de abajo no era lo que esperábamos, nadie se rehusó a mi decisión, por lo tanto no tenía otra opción. Con la lámpara encendida se veía un poco más, aunque seguía sin poder observar lo suficiente.
Bajé por las escaleras mientras Brad sostenía la baldosa. Había solo tres escalones, aunque con la lámpara parecía como si hubiera más: apoyé el pie izquierdo en uno, el derecho en el otro y así hasta esperar un cuarto escalón... el cual no existía. Al no haber más escalones caí de rodillas desde una altura de un metro y medio, no era mucho, pero el dolor se sintió. Todo ese lugar estaba sumamente oscuro, no podía ver nada.
-¡Brad! ¡Acerca la lámpara al orificio para poder ver más! –Exclamé.
Brad lo hizo, y con el diminuto destello de luz pude encontrar en una pared... ¿Un interruptor? No dude en presionarlo. Allí el milagro ocurrió, un centenar de bombillas ubicadas en el techo en forma recta, se encendieron y llenaron cada espacio de este túnel con su luz blanca. Si, así es, este lugar es un gran túnel construido con cemento y al parecer materiales de buena calidad, al igual que el piso. Esto definitivamente pasaba debajo de la ciudad, el tramo recto que pude observar es de aproximadamente doscientos metros, y eso que según el mapa hay otros tramos más. Quedé maravillada, permanecí congelada solo para contemplar ese espectáculo que estaba oculto bajo nuestros propios pies.
Inmediatamente llamé a los demás para que bajaran:
-¡Chicos, bajen! ¡Esto es seguro! –Grité.
Primero bajó Madison, después Michael y por último Brad, quien volvió a colocar la baldosa. Tuvieron la misma reacción de asombro que yo, aunque un poco de miedo al no saber a dónde nos llevará.
El túnel era inmenso y muy iluminado. Parecía concordar con el mapa. Mientras caminábamos, Brad me pregunta:
-¿Qué se supone que haremos fuera?
-Buscaremos más información en otras fuentes, ya no sirve de nada quedarse –Contesté.
-Hay un problema, no tenemos absolutamente nada –Dijo Brad.
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Misterio de las pesadillas
ParanormalLa historia se centra en Susan Kennedy, una joven de Detroit que lucha contra sus pesadillas, y para ello deberá encontrar la verdad oculta en el hospital psiquiátrico "Heidel Keibod". Sus amigos serán su compañía en esta búsqueda repleta de peligro...