Justin ya se había ido, y la verdad es qué sentía qué lo que extrañaba aún más cada hora que pasaba.
- Te extraño muchísimo-.hablo él. Estábamos en una video llamada por skype.
- Y yo más. No puedo creer que me haya vuelto tan cursi contigo-.reí.- Eso es una gran mentira, tu sigues siendo una amargada-.respondió el.
- Yo no soy una amargada, soy lo más simpática que hay en este mundo, de qué hablas.- reí.- Eso es una gran otra mentira-. demandó el.
Y así fue el resto de la noche. Sentía que cada vez me conectaba más con él. Sentía que había algo único en los dos.
Y pues, la verdad así lo sentíamos los dos.
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Justin
Ya era de día.
¿Ya era de día?
Pues ya había pasado un día, un día en el qué no estaría al lado de ella. Eso me deprimía.
Tomé mi celular y le marqué a vídeo llamada.
Como a la hora después respondió.- ¡Por dios, acabo de ver al exorcista!-. exclame.- Justin, te odio enserio.- respondió ella.
- Eres hermosa, aún así-.sonreí.- Tu si que pareces un mounstro, no te hagas.- rió ella.
- Claro que no, recién despierto y todo me veo igual de sexy, no lo puedes negar.- respondí.- Claro, como tu digas-. rió ella.
Sin duda alguna era la mejor chica.