Y era una ilusión, una puta ilusión que me hizo cometer un gran error.
¿Cómo pude permitir que pasará eso?
¿Cómo había permitido acostarme con otra?
Y sobre todo, ¿qué le diría a Ann?
No.
No le podía decir, esto fue una confusión, una puta confusión.
No le diría y punto.
Recogí los pantalones del suelo y mi celular. No podía ni siquiera ver a la chica con la quién me había acostado.
— Lo siento.— susurré. No podía mirarla.
Me encaminé hacia la salida de la casa y me subí al auto de Chaz.
No podía llevarlo, quería llegar a casa y hacer como si no había pasado nada. Tome el atajo más rápido y subí la velocidad.
Una vez llegado busque las llave en mi pantalón y abrí la puerta.
Y rápidamente me dirigí hacia la habitación y me recosté. No quería pensar en eso, cada vez me imaginaba a Ann viéndolo. Y es qué joder, la había cagado.
De pronto mi celular vibro.
Una vídeo llamada.
Y era de Ann.
