— No puedes estar seguro todavía.— se sentó a mi lado. — Tienes que comprobarlo.
¿Terminaba todo aquí?
Tal vez no estaba listo para tener a una chica, una chica que compartiera parte de mi vida.
¿Estaba listo?
— ¿Y si no estoy listo para algo así?— susurré. — ¿Para una relación seria?
— Lo estas, ¿acaso no estabas listo el día en qué la fuiste a visitar?— sonrió. — Se lo tomó por sorpresa, y tú no te querías despegar de ella.
— Pero todo fue muy rápido, Ryan.— me apresuré a decir. —Y qué?— alzó una ceja.
— No lo sé. — suspiré. — Solo ten en cuenta algo. — me miro. — Si te quedas de brazos cruzados, te vas a arrepentir el resto de tu vida.