-Acompáñame a cenar-¿me lo estaba ordenando?
-Disculpa,creo que se te perdió en alguna parte el momento en el que me invitas caballerosamente y yo tal vez acepto- me mira fijo
-¿por qué no aceptarías?-
-amm no lo sé ¿tal vez porque casi me matan hace dos minutos y a pesar de que me salvaste ni siquiera se tu nombre? ¿O tambien puede que sea el que no me preguntes y des por hecho que aceptaré cuando ni siquiera sabes quien soy? - le reprocho casi gritando- ¿ que tal si él era un asesino en serie y tú un violador? ¿No intentas secuestrarme cierto? ¿que tal si- el cubre mi boca con su mano y respira profundo
-Mi nombre es Adam Lewis, no soy un asesino,creo que soy lo suficientemente guapo como para no necesitar secuestrar ni violar chicas y realmente me encantaría que cenáramos juntos. ¿aceptarias una cena con tu salvador?
-Si,pero no hoy- sonrió
-No acepto un no por respuesta, además cuál es el bendito problema ahora?-me ruborizo un poco,mucho,demasiado-
-es que estoy algo...- pienso que palabra usar- sucia- me carga sobre su hombro y me mete en su auto- ¿qué acaso estás demente? Dejame bajar!
-Claro,después de la cena-rodea el auto y se sube,lo pone en marcha- oye no me importa que estés sucia, debes venir conmigo.
-¿por qué?- respira profundo
-Porque sí
-Eso no es una respuesta- su mano toma el volante y arranca- y esto es secuetro
-Afortunadamente para ti no te cocó un viejo baboso.- lo golpeo en el hombro y comienzo a reir
No hablo más,me relajo.El resto del viaje me dedico a mirar el paisaje por la ventana,a decir verdad yo llevo esperando esto más tiempo que él. Al cabo de una media hora llegamos a una casa. Esta tenía un amplio jardín con una fuente en el centro. Era color blanca y bastante grande. Me pregunté si viviría solo y como seria su familia.
-si -dijo.
-¿discupa?- tal vez estuvo hablando y lo ignoré
- Que si vivo solo, mi familia está muy lejos- ¿Lo pensé en voz alta? Adam comenzó a reir.- No preciosa,escucho lo que piensas.
- como lo haces?!- ¿ que tal si escuchó cuando pensé en lo sexy que era?
- hacer qué?- entre cerré los ojos y puse cara de confusión.
- Oir lo que pienso- me regalo una de esas sonrisas que harían a cualquiera llegar a un orgasmo y me hizo pasar mientras negaba con la cabe. Me quedé impresionada con la decoración, para ser hombre mantenía la casa perfectamente en orden. Para cuando me di cuenta él estaba detrás de mí y yo tenía una estúpida sonrisa en mi rostro.
-Me alegro que te guste-lo miré
- es hermosa-Mi estómago rugió- Lo siento.
-No hay problema,espero que te guste la pizza.
-¿Estas de broma? Amo la pizza- ¿Quien no?
- Muy bien, la cocina está por aquí- Me guió hasta allá. Mientras el calentaba las pizzas yo puse la mesa. Estar con Adam se sentía bien,muy bien. No había silencios incómodos,ni silencios. Toda la cena nos la pasamos riendo. Al terminar me llevó a la sala y nos sentamos en el sofá.
- Astrid ¿confías en mí?- ¿qué?
-No lo sé- tomó mi mano y me miró a los ojos como si quisiera ver más allá de ellos
-Astrid,necesito una respuesta concreta. ¿confías en mí?- sí,pero ¿por qué? Me tome un momento para pensarlo,aunque por su cara de alivio pude darme cuenta de que probablemente ya sabría la respuesta
-Si Adam- sus ojos se iluminaron
- Entonces, prometeme que no te irás- se acercó a mí
-¿Por qué ?- suspira
- Porque sé que cuando me conozcas ya no me querrás tenerme cerca y yo sé que te necesito.- es el día mas confuso de mi vida lo único que hice hoy fueron preguntas,basta de dramatismo.
-Dime todo de una buena vez, hoy mi vida parece sacada de un libro de matemáticas avanzadas lo único que veo son problemas que no puedo resolver y ya no quiero eso- agacha su cabeza y no dice nada.- Por favor Respóndeme algo concreto, sin misterio.
- primero promete que no te irás-
-Bien te lo prometo, ahora ya dime que pasa- sin mediar palabra se acerca y me besa. A diferencia de otros besos en mi vida,con este sentí miedo,lujuria,un deseo intenso,frustración, alegría y algo más, pero no supe descifrar qué. Me alejé de golpe,agitada el mantenía sus ojos cerrados y su frente apoyada en la mía.
-No te alejes- note algo de necesidad en su voz-nunca
-Es que no sé lo que siento. Solo se que muy fuerte.- volvió a acercar sus labios a los míos, sin besarme
-¿Puedes prometerlo?- la cercanía era tal que cuando hablaba sus labios rozaban los mios provocándome un delicioso cosquilleo que recorrió toda mi columna vertebral y me hizo soltar un suspiro.
-Si- esta vez fui yo quien lo besó y las sensaciones fueron totalmente diferentes esta vez solo sentí felicidad,deseo y otra vez ese sentimiento indescriptible. Ahora fue él quien se separó. Acomodó un mechón de mi pelo y enterró su cara en mi cuello. Yo iba a separarme de él recordando que el olor a entrenamiento no era bueno para el medio ambiente,pero el me tomo de la cintura y me sentó sobre su regazo. Me mordió de forma suave en el cuello y luego depositó un beso en el mismo lugar.
-Ahora ya no hay forma de que te alejes de mí,siempre te voy a encontrar- susurró en mi oído
-No planeaba hacerlo, aunque ya que lo mencionas debo regresar a mi casa.
-No,ya es muy tarde, quedate - decir que mis padres se preocuparían sería una mentira y el lo sabría, aun así tengo clases mañana y luego entrenamiento,no me puedo quedar. Aunque tampoco me quiero ir. Todo sucedió muy rápido,pero siento como si lo conociera de toda la vida.
-Puedo llevarte mañana a la escuela y al entrenamiento- le sonreí
-Lo sé,pero necesito cambiarme y pensar un poco en todo lo que está pasando,todo esta ocurriendo muy rápido. Aun así, siento como si te conociera de siempre y está ese extraño sentimiento que no puedo explicarte. Tengo mucho para asimilar...
-Si te vas no podré dormir en toda la noche.
-y si me quedo?-
-Tampoco.- Afirma- pero eso no es lo que necesito para descansar.
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Te Prohibo Alejarte
Hombres LoboAstrid es una chica de 18 años que cursa su último año escolar. Es una amante de los deportes,pero sobre todo del handball. Adam es un alfa de 25 años. Ama el boxeo y protege a su manada. Lleva años buscando a su luna y siendo un completo malhumora...