Me alejé de sus labios. Cerré mis ojos y apoyé mi frente contra la suya.
-No te separes de mí- dijo con voz ronca- por favor...
-Tengo miedo- confesé mientras trazaba circulos en su pecho.
-¿De mí?- preguntó en casi un susurro.
- Si,das miedo. ¿Te viste en el espejo ultimamente?- dije haciendolo reir
- Yo solo veo a un tipo sexy,guapo y musculoso- contestó haciéndose el ofendido. Le dí un abrazo.
-Ves borroso- continué.
En un movimiento rápido terminé de espaldas en la cama y con él sobre mí.
-No lo creo, veo una mujer hermosa debajo de mí.- Se acercó para depositar un beso en mi cuello.- ¿Qué es lo que te asusta?- esta vez estaba serio.
-El hecho de no saber qué somos, o qué es exactamente lo que sientes por mí...-suspiré-¿Cómo puedo estar segura de que no seré tu diversión de esta noche solamente? ¿Cómo me aseguro de que lo nuestro va enserio? ¿Si quiera hay un "lo nuestro"? Yo no me siento segura y no..-me callé,ya dejé en claro que estoy insegura.
- Tranquila,no tiene que ser hoy. Yo..- rió- creo que aún no entiendes que si voy enserio. Hay un "lo nuestro". Y a pesar de que cada vez que te veo deseo encerrarte en una habitación y no dejarte salir nunca, voy a esperar el tiempo que sea necesario con el ferviente deseo de que el momento llegue pronto. -Suspiró- ¿Cómo puedo hacerte entender que eres lo más importante que tengo y que nunca te cambiaría por nada?
- No lo sé
-Solo dame una oportunidad para demostrarte lo mucho que te amo a mi manera...
- ¿Solo una?- dije insegura
-solo las que creas necesarias. Una,mil,toda la vida...-
Una acción vale más que mil palabras y siendo consciente de ello,lo besé. Puede que me arrepintiera más tarde. Puede que no. Nunca lo sabría si no me arriesgaba.
Al principio yo era la que tenía el control. A medida que el beso se puso más exigente, él me lo arrebató.
-Solo relajate - dijo sobre mis labios- voy a cuidarte mucho amor, y te prometo que vas a disfrutarlo.
Sin dejarme responder,lo cual agradecí ya que no iba a poder articular una respuesta,volvió a besarme. Su lengua recorría mi boca sin compasión, sus manos exploraban todo mi cuerpo de arriba a abajo y de abajo hacia arriba. Nuestras respiraciones eran cada segundo más pesadas. La exitación era quien dominaba esta aventura.
Yo posicioné una mano bajo se remera recorriendo todo su abdomen,tocandolo todo,sintiendolo. La otra estaba en su cabello tironeandolo más cerca de mí, de ser posible.
Con sus manos tomó mis pierna colocándolas al rededor de su tronco. Yo apreté mi agarre evitando la existencia de espacio entre ambos cuerpos. Antes tenía miedo, pero esa palabra dejaba de existir en mi vocabulario cada vez que él me miraba,rozaba,hablaba o besaba. Nada en el mundo podría sentirse mejor. Se sentía como si lo único que existiera fueramos nosotros,como si fueramos lo único que importaba.
Su mano bajó suavemente por mis caderas, buscando el botón de mi short. Al encontrar su objetivo sonrió sobre mis labios y comenzando a deshacerse de la molesta prenda. Lo mismo hice yo con su remera y luego él con la mía. Ya casi por el final entre juegos y caricias desapareció su pantalón.
Se frenó abruptamente,por lo que pensé en cubrirme con las sábanas, pero me detuvo.
- Ni lo pienses -dijo con notoria excitación en su voz - dejame admirarte.- Me sonrojé y gemí- eres hermosa y creeme que estoy deseoso por conocerte completamente,pero voy a hacer esto lento para que ambos lo disfrutemos - se acercó a mi oído- y para que nunca lo olvides.
- Eso es imposible- gemí suavemente.
Me arrancó lo que restaba de ropa y se deshizo de su calzón. Dirigió su mano hacia la zona mas sensible de mi cuerpo, separando nuestras pelvis. Introdujo uno de sus dedos en mi vagina y comenzó a meterlo y sacarlo suavemente,torturándome. Cuando creí que había sido suficiente introdujo dos más,pero esta vez las embestidas eran más rápidas. Duró unos minutos hasta que mi cuerpo comenzó a temblar como si estuviera poseído.
- ¿Lo disfrutas?-gemí en respuesta.
Rompió la envoltura de un preservativo y se lo colocó. Se posicionó de tal forma que nuestras pelvis se rozaban. Un roce suave,sensual y totalmente perceptible para mis sentidos. Uno que desplegaba correntadas de placer por todo mi cuerpo. Siguió jugando conmigo y torturandomé.
-Por favor Adam- supliqué
-Dime amor,¿qué quieres?- susurró incitandome
-A tí- respondí segura
-Ya me tienes, ¿Qué más quieres?-pellizcó uno de mis pezones,haciéndome gemir nuevamente de placer.
-Nada, solo a tí- contesté sin pensarlo dos veces. Se acercó a mi entrada,pero aún no hacía nada y ya me estaba desesperando. - Adam, por favor - alcé mis caderas para buscar las suyas,pero el se alejó prohibiéndome la liberación que mi cuerpo tanto deseaba. - ¿Qué quieres Adam?- lloriqueé
- A tí- respondió- Quiero todo de tí ,solo para mí. Dí que eres mía.- su voz sonaba suplicante y estaba corrompida por el deseo,la pasión y la exitación. -Di que eres mía, amor.
- Si, Adam- dije.
-Dimelo amor,quiero escucharlo de tu hermosa boquita.- gruñó
-Soy tuya Adam,solo tuya- Sus manos se posicionaron en mis caderas y me embistió de una sola vez. A diferencia de lo que creí, no me dolió en lo absoluto. Al notarlo,él comenzó con sus embestidas cada vez más salvajes.
Sus labios en ningún momento abandonaron los míos,brindándome caricias y consuelo a mis suplicas,a mi deseo.
Una vez que ambos encontramos la liberación,luego de horas,nos abrazamos y caímos dormidos.
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Te Prohibo Alejarte
Hombres LoboAstrid es una chica de 18 años que cursa su último año escolar. Es una amante de los deportes,pero sobre todo del handball. Adam es un alfa de 25 años. Ama el boxeo y protege a su manada. Lleva años buscando a su luna y siendo un completo malhumora...