Al despertar me encontraba en el mismo lugar hecha aún,un bollito en el suelo. A mi alrededor solo había hielo. Pero yo no sentía frío. Me levanté con la sensación de tener un agujero en el pecho. Un espacio vacío donde solía estar mi corazón. Pero ahora ya no había nada. No existía dolor,amor,consuelo,pena. Ya no había nada dentro de mí.
Mucha gente en mi lugar desearía vengarse,en muchos casos planearían absurdos planes para acabar con quién los derribó antes. Yo no. Simplemente no me daba la gana. El odio atrae más odio y ya fue suficiente para mí. No lo perdono,pero intento entenderlo. Mis padres mataron a los suyos,él mató a los míos y el destino se encargaría de que recibiera su merecido.
Caminé sin rumbo durante horas hasta que me encontré con Thomas ,uno de los pequeños de la manada a quién cuidaba.
-Hola Astrid!! - dijo pegándose a mi pierna como si fuera su salvación en el mundo.
-Hola Thomas- devolví el saludo-
-Thom,puedes llevarme con el resto? Es que olvidé una cosas...
-Claro, todo el mundo está buscándote. Voy a ser el hereo- dijo orgulloso de sí mismo
-Hace cuantas horas?- pregunté
-Hace 5 días- Imposible
-No es posible- le dije esperando que riera,pero me devolvió la mirada serio.
-No es broma. Te fuiste sin despedirte de nosotros asique decidí venir a buscarte al bosque.-comenzó a explicar
-¿Como sabías que estaba en el bosque?-pregunté
-Te ví entrar corriendo una noche. Supuse que estarías aquí. No podíamos sentir tu olor y Adam no sentía tus latidos ni su conexión. Era como si hubieras muerto.- continuó explicando- temí que eso pasara asique vine a buscarte.
-¿Solo?- asintió
- Adam está diferente. Se comporta como cuando no te había conocido.- dijo enojado.
-¿y cómo es eso?- No llegó a responderme ya que un inmenso cuerpo me derribó, aterrizando sobre mí.
Por la gran masa de músculos que pude identificar,fácilmente, supe de quién se trataba. Adam me apretaba contra su cuerpo en un gran abrazo, tan fuerte como si intentara volverme para de él.
-¿Dónde estabas?- estaba llorando y olía a alcohol.
-No lo sé- contesté fría deshaciéndome del abrazo- en el bosque
-¿que te paso? Yo no...- lo callé
-No me importa. Solo vine por mis cosas.- me levanté y me dirigí a la gran casa. Con la frente en alto me conduje hacía adentro, tomé mis cosas y me dirigí a la parte del bosque donde todos los lobos se reunía para entrenar o descanzar. Me paré en un tronco que me exponía a la vista de todos y llamé su atención. - Solo vengo a despedirme. Me alegro de haberles sido útil para su entretenimiento y diversión,pero ya es hora de que me vaya. - Algunos me miraban confundidos,otros y en especial los niños, tristes. A medida que los meses pasaban yo compartía más tiempo con ellos y cada vez nos hacíamos más cercanos. Me bajé del tronco, muchos realmente parecían no entender la situación.
-No quiero que te vayas- sollozó Thomas.
- Lo siento,pero no puedo quedarme.- besé su mejilla
-No puedes irte- dijo una voz firmemente a mis espaldas.
-¿Por qué no?- Lo desafíe - Eso es lo que querías
-Ya no quiero eso. Fueron los peores seis días de mi vida- sonreí cínicamente.
-No me importa lo que pasa en tu egocéntrica mente. No quiero que vuelvas a acercarte a mí.
-No quiero que estés lejos de mí. No puedo permitirtelo. No puedes hacerlo- se acercó colocándose a escasos centímetros de mí boca
- y según tú ¿Qué me lo impide?- Lo empujé lejos de mí. Me sentía como una alcohólica aborreciendo el mejor de los tragos,utilizando toda mi voluntad para alejarme de él.
-Me perteneces,eres mía. Soy tuyo. No podemos estar lejos- me carcajeé.
-Yo te pertenecía. No supiste valorar lo que tenías hasta que lo perdiste-Se aferró a mis brazos.
-Yo no te he perdido un carajo!- gritó
-Me perdiste en el mismo momento en el que deciste alejarte de mí. Te perdono por todo lo que hiciste Adam. Entiendo la perdida de tus padres y entiendo tu deseo de vengarte. Lo que no entiendo es porqué no te detuviste al saber que ellos tenían una hija a la que amaban y que tendría que pasar por lo mismo que tú con la única diferencia de que yo sí estoy sola. Ya no pertenezco a ningún lado, tampoco me importa.- digo casi en un susurro.
-Perteneces aquí,conmigo. Con nosotros.- su mandíbula estaba tensa,sus manos apretadas en puños. Sus nudillos blancos por la fuerza.
- Ya no es así.- lo abracé con fuerza, despidiéndome. Él no parecía querer soltarme,pero lo obligué a hacerlo.
-Te prohíbo alejarte de mí- afirma
-Entonces yo te prohíbo volver a acercate a mí...-
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Te Prohibo Alejarte
WerewolfAstrid es una chica de 18 años que cursa su último año escolar. Es una amante de los deportes,pero sobre todo del handball. Adam es un alfa de 25 años. Ama el boxeo y protege a su manada. Lleva años buscando a su luna y siendo un completo malhumora...