Capítulo 8: Entrenar

14.6K 1K 12
                                    

Desperté sintiéndome realmente complacida. Dormí tan solo 6 horas,pero parecía que hubieran sido mil. Nunca descansé tan bien en toda mi vida.
El calor del cuerpo de Adam junto al mío me provocaba una satisfacción que jamás me imaginé sentir. Me volteé para poder verlo de frente. Su rostro estaba relajado,su cabello despeinado y su respiración era suave. Me moví para terminar de acomodarme. Al hacerlo,el hermoso hombre que se situaba a mi lado,apretó su agarre en mi cintura.
-No te vayas - Dijo aún con los ojos cerrados.
-No planeaba hacerlo - Posé mi mano en su mejilla.
-Más te vale- Posicionó su cara en mi cuello y tomó una inhalación profunda haciéndome estremecer.- mmm,hueles deliciosa.- Lamió mi cuello enviando pequeñas descargas eléctricas por todo mi cuerpo.
-Quieto lobito- dije tomando todas mis fuerzas para alejarlo- No soy un trozo de carne.
-No, eres mucho más perfecta y deliciosa que eso.- Se levantó rápidamente y se quedó sentado encima mío.
-¡Ya bajate,pesas mil kilos!- Me quejé
-Claro que no bebé- Comenzó a hacerme cosquillas. Creo que mi risa se escuchaba a miles de kilómetros de distancia.
-Por...Por favor...Para!...Me voy a hacer pis!- No podía más,de tantas cosquillas casi me hago en la cama. Afortunadamente, acudió a mi súplica, no sin antes robarme un pequeño beso dejándome con ganas de que dure años.
-Bien reina del pipi,ve al baño- escapé de él en dirección al baño,antes de llegar a la puerta di media vuelta y aclaré - No soy la reina del pipi. Y mas vale que no se te ocurra volver a hacerlo o...- ¿y ahora con qué lo amenazo?
- ¿o qué? - dijo sonriente.
-O me iré lejos- dije desafiante, claro que era un chiste. ¿a donde podría irme?
Sin darle oportunidad de respuesta entré al baño. Hice mis necesidades,me bañé y salí del baño envuelta en una toalla. Abrí el armario para ver que ponerme y me sorprendí al ver mi ropa allí. Al comenzar a buscar qué me pondría encontré mi ropa de deporte y recordé que en estos 4 días no había asistido al instituto ni a los entrenamientos. Al caer en cuenta de ello, me vestí con aquellas prendas y me dispuse a buscar a Adam para hablar sobre el tema. Tenía que volver a la escuela y necesitaba asistir a los entrenamientos.
Ir a entrenar siempre fue mi vía de escape entre el mundo dónde solo había problemas y el mundo dónde sólo existíamos mi equipo,yo y el openente. El mundo en el cual reinaba y el que sabía manejar a la perfección. Allí los problemas no existían y eso me gustaba. Me hacía sentir libre.
Después de todo lo sucedido en tan solo tres días, creo merecer un descanso mental y qué mejor forma que el esfuerzo físico.
Me dirigí a la cocina en donde se encontraba mi adonis mirando seriamente a la nada. Me senté frente a él y comencé a devorar mi desayuno. Al finalizar,noté que él no había tocado el suyo.
-Adam,¿sucede algo?- pregunté preocupada.
-No,nada- dijo serio
-¿Enserio?- dije ahora sarcástica
-Si- Dijo cortante. Ahora mis ganas de irme habían aumentado. Necesito mi dosis de entrenamiento.
-Perfecto- dije igual de cortante que él- Entonces no tendrás problemas en llevarme a MI casa- dije enojada.
-Esta es tu casa- dijo tranquilo,pero podía notar la irritación en su voz.
A mi NADIE me habla así,por mas guapo o perfectito que sea.
-En primer lugar esta no es MI casa, es TU casa y en segundo lugar es hora de que retome mis actividades y cumpla mis obligaciones. Ya no puedo seguir faltando a clases y a los entrenamientos,pueden pensar que algo malo sucedió conmigo.- dije desesperada por un poco de comprensión.
-En primer lugar esta es NUESTRA casa, asique empieza a acostumbrarte - dijo acercándose peligrosamente hacia mi- En segundo lugar puedes comenzar a olvidarte de esas actividades porque ya no serán necesarias en tu vida- Dijo aún más cerca -¡ Y en tercer lugar si te pasó algo! ¡Tus padres fueron asesinados en tu propia casa! Estas demente si siquiera se te cruzo por la cabeza creer que permitiría que te acerques a ese lugar. No hay posibilidades de que eso suceda. ¿Lo entiendes?- Dijo gritándome.
-No,por supuesto que no lo entiendo.- dije entre lágrimas- Y no espero que tu lo hagas. Tú mismo lo dijiste, fui yo quien perdió a sus padres,no tú. Y disculpame por mi egoísmo,pero no pienso seguir perdiendo lo que me importa...-
-No te voy a permitir que te vayas, tienes terminantemente prohibido alejarte de mí- dijo en un tono bajo pero amenazante.
-No te estoy pidiendo permiso macho Alfa. Te estoy diciendo qué es lo que voy a hacer. Está en tí entender que no voy a dejar mi vida de humana por el simple hecho de que tú lo dices.- Esto ya era una cuestión de orgullo y no iba a permitir que nadie me pisoteara o decidiera por mí por más hombre lobo que fuese.
-Debo cuidarte y ya dije que no irás- su mandíbula se encontraba apretada,si no fuera por el rumbo de la conversación creería que tiene bruxismo.
- Adam basta, no puedes mantenerme aquí encerrada por siempre. ¿No te das cuenta de que necesito ver a mis amigos? ¿De que necesito estar en mi entorno? ¿De que necesito un descanso de todo esto?- dije señalando a todo a mi alrededor con mis manos extendidas.-
-¿Por qué no entiendes que solo quiero cuidarte? No quiero perderte- sonaba dolido y desesperado
-Por Dios,no te estoy pidiendo que me dejes sola y que ya no vuelvas a verme. Te estoy pidiendo desesperadamente que me ayudes a superar lo que me pasa. Solo necesito un tiempo a solas en mi mundo,con mi gente para poder estabilizarme y asimilar todo lo que está pasando. Por favor haz un esfuerzo por entenderme.- Lágrimas volvieron a soltarse sin control por mi rostro. El soltó un gruñido de frustración y se acercó para retenerme entre sus brazos.
-Bien,te llevaré a tu escuela... Y al entrenamiento,pero me voy a quedar a esperarte. Vas ir y venir conmigo sin chistar y de ahora en adelante, me presentas como tu novio.- dijo en mi oido con un tono de rendición y diversión al mismo tiempo.
-Pero no somos novios- dije ahora mirando y entre hipos provocados por el llanto.
-Pues deberíamos- dijo ahora más juguetón con su usual picardía.
-Si armaste todo este escandalo para pedirme que fuera tu novia,te advierto que no era necesario. Con una de tus sonrisas Colgate y unas flores me alcanzaba para decirte que sí- dije todavía con un poco de enojo.
Y eso fue exacto lo que hizo,puso su mejor sonrisa y no me dio flores,pero me besó y eso bastó para hacerme olvidar hasta el apellido y para aceptar su propuesta. Después de todo quien más se beneficiaba era yo.

Te Prohibo AlejarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora