Aún lo amo |Fairy Tail|

Capítulo 3: Sorpresitas

Narra Lucy.

Ya había pasado un mes desde la partida de Natsu y la disolución de Fairy Tail. Tuve que comenzar mi vida nuevamente, conseguir un trabajo y afrontar lo sucedido. Intenté conseguir información sobre el paradero de todos los del gremio, pero no pude localizar a algunos. No mantuve comunicación con nadie, siguieron sus vidas dejando todo atrás...

Yo también quería hacer eso, olvidarme y avanzar... Pero no podía. Cada noche se me venía a la cabeza el recuerdo de aquel día... Se me calentaban las mejillas y mi corazón daba latidos fuertes. Pero Natsu se había ido lejos sin fecha de regreso. Me busqué un trabajo, y terminé siendo una reportera, informaba sobre los acontecimientos relevantes que ocurriesen en Magnolia.

Era de mañana, tenía que levantarme temprano. Me senté en la cama, me paré, pero algo me hizo sentarme de nuevo. Sentí un fuerte mareo y ganas de vomitar, así que fui lentamente al baño. Estaba apoyada en la pared y comencé a procesar... Miré el calendario, la fecha que era... ¿Por qué no me ha llegado "eso"...?

Lucy: ¿Están bromeando conmigo?

Me importa un carajo el trabajo, tomé las primeras prendas que encontré y con mi bolso fui a una tienda. Compré uno de esos test de embarazo y lo realicé... Positivo. No lo podía creer, tan solo fue una noche... Aunque ninguno de los dos se cuidó, así que era muy probable...

Me toqué el vientre, estaba la posibilidad de que en mi interior llevara un hijo de Natsu. Fui al doctor para tener una respuesta más exacta.

-Felicidades, estás embarazada y son gemelos.

No supe si sentirme feliz o destrozada. Ellos nacerían y llegaría el momento en el que preguntarían "¿dónde está papá?"; y no sabría qué decirles, después de todo Natsu ni siquiera recuerda que entre nosotros hubo algo y en este momento está perdido.

Ocho meses después

La única persona con la que pude contar como apoyo fue con Levy, que se había unido al consejo mágico y de vez en cuando venía a asistirme. El embarazo había sido duro estando sola, pensando en Natsu, pero no me deprimí por el bienestar de mis hijos. Escuché la puerta, con dificultad me moví dentro de mi casa para abrir, mi gran vientre era pesado y cansador.

Levy: Buenos días, Lu-chan... ¡Oh dios, está enorme!

Se agachó y comenzó a acariciarme la barriga. De repente comencé a sentir un dolor horrible, eran contracciones, tal vez ya era el momento. Fuimos hasta el hospital y allí pasé la noche, hasta que al otro día no aguantaba más, era el momento de que mis hijos nacieran.

-Felicidades señorita, ha tenido un niño y una niña, totalmente sanos.

Me los entregaron en los brazos. La niña tenía el pelo rosa y el niño era rubio. Los nombré Natsuki y Raito, mi esperanza de vida y la luz que me guiaría en esta.

Tuve que dejar de trabajar para cuidar bien de ellos, por suerte fui precavida y ahorré todo lo que gané durante los nueve meses. Se me venía un arduo trabajo con ambos, pero estas cositas me necesitaban en mi mejor estado.