Capitulo 15: "Lo más maravilloso que he sentido".
Lucas
Toda la molestia y enojo que sentí cuando el tipo de la nueva banda se refería a mi Muñeca como si fuese de su posesión, desapareció al sentir los cálidos labios de Victoria en mi boca.
Tenía mucho rato anhelando un solo beso, y ahora que lo he obtenido, creo que nunca estaré satisfecho de besarla.
Mis instintos me empujan a que saquee su boca, y extienda el beso por un periodo de tiempo indeterminado, pero mi razón me implora que sea más cuidadoso, que no sobre pase mi buena suerte. Ya que Victoria no es de esas mujeres que van por la calle besando al primero que se les cruce, ella es más cuidadosa y selectiva en sus elecciones; y debo sentirme afortunado de ser su elección.
Haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad para alejarme del oasis de placer que me proporcionan los besos de mi atormentante delirio, me retiro.
- Es mucho mejor de lo que pensé seria – le digo, apoyando mi frente en la suya, y esperando una buena reacción de su parte -, y siento mucho haberte besado de esta manera, pero no pude evitarlo, y aunque lo siento, en realidad no me lamento de lo ocurrido.
- Yo no puse objeción alguna a tu beso – dice ella, con una pequeña sonrisa adornando su hermosa cara -, y aunque no puedo reclamarte nada, ya que no te rechacé en ningún momento. Si te agradecería que no lo vuelvas a hacer, no quiero que situaciones como estas se presten para malos entendidos.
- ¿Malos entendidos? ¿A qué te refieres con eso? Todos aquí saben lo mucho que me interesas, y que mis intenciones contigo son más que serias. Y moría de ganas por besarte, desde la primera vez que te vi. Parece ser que la única que no se da cuenta de mis intenciones eres tú. Y si te refieres al beso, solo fue uno de los muchos que me muero por darte, y es solo eso, un beso; tampoco es que te estoy desnudando y haciéndote mía delante de todos – al decirle esto me acerco a su oído y le murmuro -. Aunque si te soy sincero, también me estoy muriendo de ganas de que eso suceda.
- Descarado – dice mirándome con los ojos entrecerrados, y puedo notar el leve sonrojo que aparece en sus mejillas -, deja de decir esas cosas, cualquiera podría oírte. Y no creo que a Ricardo le guste saber tus pensamientos.
- ¿Cuántas veces debo decirte que la opinión de tu primo me resbala?
- No debería resbalarte – dice una voz a mis espaldas -, si quieres mantener tu cara bonita intacta. Y por el bien de tus manos, espero que las alejes inmediatamente de mi prima – dice Ricardo, intentando parecer intimidante, pero sabe que su pose de primo sobre protector a mi no me afecta-.
- Ella no se ha quejado de mis manos. Así que no entiendo porque lo haces tú.
- Eres un idiota – me dice rodando los ojos -. Vic, ya es hora del ensayo. Vamos.
- Tenemos una conversación pendiente aun – le digo a Vic, antes de que se aleje-. Por cierto, esta noche hay juego, y los chicos quedaron en venir a mi casa, haremos algo de comer. Y obviamente tú y tu amiga están invitadas.
Asiente y me da un beso en la mejilla antes de marcharse con su flamante primo a la tarima. Al menos estará con él, y sé que la cuidara del idiota de su ex.
***************
- ¿Por qué Ricardo tarda tanto en llegar? No hay manera de perderse viniendo hacia acá.
- ¡Dios mío! – exclama Adam, tomándose la cabeza frustrado -. ¿Puedes dejar de hacer esa bendita pregunta de una vez por todas? Ya te han dicho que han ido por una de las inyecciones de Vicky, y de paso se detuvieron a buscar la salsa tártara de las maricas de Pedro y Pablo.
- Ojala te vea probando de mi salsa – dice Pedro, desde la cocina donde están preparando las benditas hamburguesas -, para patearte tu horrible trasera.
- ¡Y su estúpida salsa es mi mayor problema! – les reprocho sarcásticamente -. ¿En realidad nadie puede llamarlos y decirles que se apuren?
- Tu problema también tiene nombre de mujer – dice Pablo, con la boca llena -, y solo estas irritado ya que Ricky no permitió que trajeras a Vicky en tu camioneta.
- Serás imbécil, solo me preocupo por ella. Además ya han tar...
Se escucha que están tocando la puerta y me levanto a abrirla inmediatamente.
- Ya era hora de que llegaran – les digo a penas cruzan el umbral -. Me has privado de minutos valiosos en compañía de la mujer de mi vida – le doy un leve empujón a Ricardo, para que sepa que es con él, con quien estoy hablando-.
- ¿La mujer de tu vida? Que iluso, eres patético al pensar que yo permitiré que eso ocurra – me responde de manera burlona.
- Ni que necesitara de tu permiso – le responde Victoria para mi sorpresa y la de todos los presentes. Angi no puede ocultar su risa, mientras los demás abuchean al aludido, y Ricardo mira con cara de pocos amigos a su prima.
- Quizás no necesite mi permiso, pero el del Coronel Alcalá de seguro que si – responde con una sonrisa de "te gane" estampada en la cara -. ¿O crees que papá lo aceptara si sabe que a mí no me agrada?
- No metas a mi tío en esto, además bien sabes que te agrada, solo que no quieres admitirlo – dice, le da un beso en la mejilla como bandera de la paz y entra a mi casa, y yo no hago más que seguirla y sentarme a su lado.
Me acaba de defender delante del idiota de tu primo, si esto no es felicidad lo que se sientes, por favor no me despierten, porque es lo más maravilloso que he sentido.
Continuara...
ESTÁS LEYENDO
Lo que te di de Mí...
RomanceVicky es una arquitecta, dueña de una hermosa voz; y dedica la noche de los viernes a cantar en MARNITI. Es una amante del amor, divertida a pesar de las circunstancias, apasionada y capaz de dar su amor cuando encuentre al hombre que le robe sus no...