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Narra Kels

El timbre sonó y fui corriendo a abrir, sabía que era Justin. Mi casa estaba totalmente sola, Mamá había salido con Tomas, lo que significaba que no volvería a dormir.

Me encontré a Justin, como había dicho.

-Has venido.-le sonreí.

Asintió con una sonrisa y entró en casa. Cogió mi mano y me llevó directa a la habitación, traía una bolsa rosa, no sabía que era. -¿Qué llevas en la bolsa?

-Ya veras.-sonrío.-Desnúdate preciosa.-besó mis labios y le hice caso. -Siéntate en la cama y abre las piernas.

Le hice caso y me senté de rodillas mientras abría las piernas. Tenía curiosidad por lo que iba ha hacer.

Se desnudó igual que yo y sacó de la bolsa un vibrador(pene de látex), mis piernas temblaban, jamás había utilizado uno.

-¿Has utilizado alguna vez uno?-me preguntó mientras se acercaba a mi.

Negué con la cabeza.-Kels, masturbate para mi.

Me tendió el vibrador y dudosa lo cogí.-¿Sabes cómo va no?

-Si.-asentí mientras lo acercaba a mi feminidad. Lo posicioné en mi entrada y lo metí lentamente mientras gemía.

Mis interiores se ajustaron a él y el vibrador por sí solo empezó a moverse, dándome placer, arqueé mi espalda y cerraba mis ojos mientras disfrutaba de la sensación, lleve mi otra mano a mi clitoris mientras lo masajeaba para darme más placer. Solté varios gritos cuando el vibrador empezó a moverse más rápido.

Estaba casi llegando al climax, cuando De repente, Justin saca el vibrador mojado de dentro de mi, me abre más las piernas y hunde mi cabeza en mi humedad.

Empezó a lamerlo y a masajear mi clitoris mientras me movía y retorcía, chillaba, gemía, jadeaba y llegué al climax.

Justin me tragó toda entera mientras suspiraba de placer.

-Estas deliciosa Kels.

Subió a mis labios y me besó haciéndome probar a mí misma.

-Papi, acuéstate.-le dije poniendo las manos en su pecho.

Frunció el ceño pero finalmente asintió, nos dio la vuelta, quedando yo encima de él, besé su cuello y todos sus abdominales mientras gruñía y gemía. Llegué a su gran miembro y empezé a masajear sus testiculos.

Gimió mientras maldecía. Llevé mi mano a su miembro y empecé a deslizarla de arriba a abajo, ganándome gemidos suyos, me metí la punta a la boca mientras seguía masturbandola, sentía como palpitaba a mi tacto, y me hacía sentir más segura.

Seguí chupandola cuando llegó al climax, y me lo tragué entero, como él hizo conmigo.

-Jesus Kels.

Sonreí satisfecha y subí a darle un beso en los labios, como él había echo conmigo.

Me acosté a su lado exhausta y él pasó un brazo por mi cintura, atrayéndome a él.

-Buenas noches muñeca.

-Buenas noches papi.

Call Me Daddy |jb| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora