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Narra Kels

Terminé de echarme mi perfume 'La vie et belle' y salí de casa. Bajé por el ascensor para encontrarme al portero 'Braun', al que le sonreí, salí del edificio y me encontré un Ferrari. ¿What?
¿Qué hacía un Ferrari en la puerta de mi edificio?
Seguí andando por la acera, y pasé por delante del Ferrari, la puerta se abrió dejando ver a Justin, un jadeo se escapó de mi boca, ¿Qué hacía aquí? Podrían vernos.

-Justin...¿Qué haces aquí?-le pregunté mirando a todos los lados buscando algún paparazzi o alguna cámara o simplemente gente.
-Muñeca, me quedé durmiendo, lo siento...-se disculpó mientras tomaba mi mano y me jalaba hacia su pecho.
-De todas formas me fui con Marcus.-me encogí de hombros.
-¿Estoy perdonado?-hizo un puchero y me reí.
Asentí y lo abracé. -Te he echado de menos idiota.
-¿Vamos a mi casa?-me preguntó mientras besaba mi mejilla.
-¿Nos acabamos de perdonar y ya quieres follar?-alcé las cejas una y otra vez, perversamente.
-Puede.-se encogió de hombros con esa perfecta sonrisa.

Me monté en el Ferrari y hicimos camino a su casa cantando algunas canciones que pasaban en la radio, mientras nos reíamos a carcajadas por los bailes ridículos qué hacía Justin.

Lo extrañaba.

Cuando lleguemos a su casa, fuimos directamente al dormitorio mientras nos besábamos, su casa era enorme, por cierto.

-Mmm¿Te acuerdas de que tengo que darte algunos azotes por ser una niña mala?-alzó una ceja.

Asentí con una sonrisa traviesa, me ponía cachonda, para que engañarnos.

Se sentó en el borde de la cama.-Quédate desnuda pequeña.

Un calor subió por mi cuerpo y hice lo que me pidió. Sonrió mientras me miraba el cuerpo y se lamia los labios.

-Ven, acuéstate aquí.-me acerqué a él y me acosté encima de sus piernas, con el culo en pompa. -Así me gusta, depíladita para mi.

Masajeo una nalga para alejar la mano y darle fuerte. Un jadeo se escapó de mis labios, picaba, pero me ponía caliente, me gustaba.

-¿Voy a darte 4 más vale?

Asentí mientras me mordía el labio, él no podía verme.

Volvió ha hacer lo mismo, pero ahora más fuerte y más calor subió por mi cuerpo. Mi zona íntima palpitaba. Volvió a repetir la misma acción pero sin masajea tal, directamente, así 2 veces más.

Me levanté de sus piernas y lo vi con una sonrisa. Debo estar roja.

-¿Te ha dolido pequeña?

Negué con la cabeza mientras me volvía a subir a su regazo, pero ahora pasando mis 2 piernas desnudas por cada lado.

-¿Qué haces muñeca?-alzó una ceja mirándome a los ojos.

-Hoy me toca a mí¿vale?

Call Me Daddy |jb| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora