Prof. Styles ➼ h.s

#58 Camyl

Lentamente mis parpados se abren, gimo adormilada mientras trato de asimilar en donde estoy. Y un como si de un deja vú se tratase los recuerdos de la noche anterior regresan a mí más que vivaces. Con desgane me siento en la cama y bostezo, alzo mis brazos y los estiro hacia los lados.

Miro a mi alrededor y tal como lo esperaba estoy sola, ayer pensé que a lo mejor Harry después de todo volvería a dormir conmigo, pero veo que no fue así. Y ahora sé perfectamente que soy yo la que debe ir a pedirle disculpas por la pelea de ayer. Si no me fuera puesto celosa por estupideces, Harry estaría aquí, a mi lado abrazándome como si no hubiera mañana.

Tambaleándome me adentro al baño para luego desvestirme. Mi cuerpo se entumen un poco al sentir el agua fría recorrerlo, mientras que me ducho empiezo a tararear una canción de Rihanna. Ya lista mi ducha enredo una toalla en mi cuerpo y una en mi cabeza.

Regreso a la habitación de Harry y tomo mi mochila, y la tiro en la cama. De ella saco ropa interior, unos shorts de jeans y una blusa de tirantes delgados blanca, y mi cepillo de dientes. Rápidamente me visto y luego me dispongo a desenredar mi mojado cabello.

Termino y me pongo unas chancletas de Harry que andan por ahí, por cierto me queda grandes. Creo que Harry es el hijo perdido de Pie Grande ¡Tienes pies enormes! Ya decidida a salir de la habitación un celular empieza a sonar. Reconozco que es el mío por la canción. Rápidamente contesto.

—"Hola."

—"Hola, Cassie. Soy yo, Gemma."—sonrío al saber que es ella pero esa sonrisa rápidamente se borra al saber por qué llama.

—"¡Gemma! ¿Cómo has estado?"—finjo emoción.

—"Muy bien ¿y tú?"

—"Bien."

—"Te preguntarás por qué te estoy llamando de forma repentina"

—"Sí." —Definitivamente no.—pienso.

—"Bueno, vamos directo al grano. Ya sabes quién es Emily Rooney ¿cierto?"

—"Sí, Harry me contó todo ayer. Ahora entiendo porque es una zorra."—rio con ganas.

—"¡Ah, qué bien! Pensé que Harry no te contaría nada. Bueno entonces te dejo, me alegra que ahora seas tú la que tiene el corazón de Harry entre sus manos. Cuídalo mucho ¿sí?"

—"Claro que lo haré, Gem."

—"Por cierto, espero que tengas presente lo de mi boda."

—"Y tú mi graduación."—rio y esta también.

—"Obvio, estamos a mano. Chao, Cassandra. Nos vemos pronto."

Asiento como si pudiera verme y ella corta la llamada, la familia de Harry es un amor. Dejo mi celular encima de una mesita de noche y salgo de la habitación. Bajo las escaleras y me adentro a la cocina, tengo mucha hambre y parece que alguien está preparando panqueques. Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver a Harry sin camisa y con solo una pantaloneta que le cubren hasta las rodillas dejándome ver sus hermosas y velludas piernas.

Como está de espalda no sabe que estoy aquí devorándolo con la mirada. Silenciosamente me acerco a él y lo abrazo, mientras empiezo a repartir besos por su blanquecina y musculosa espalda. Harry se tensa por mi tacto, sin embargo no paro de hacerlo incluso ahora dejo besos mojados por su espalda.

Siento a Harry quitar mis manos de su alrededor y me voltea a mirar serio. Suspiro melancólica porque pensé que iba a cambiar un poco de padecer, pero no. Enserio ayer me pasé de imbécil.