Detrás (Vkook)

CAPÍTULO 12

Sí, puedo parecer idiota, incluso serlo, pero en un principio que Jimin abrazara a Taehyung me ponía celoso, muy celoso. La voz de preocupación de Taehyung, me despertó de mi trance de mirar con odio a Jimin, sí a pesar de que estuviera llorando a mi solo me preocupaba el que las manos de Jimin rodeaban el cuello de mi Tae...digo de Taehyung.
-¡Jimin! ¡¿Qué coño le ha pasado a tu cuello?!
-Yo...- Dijo Jimin casi en un susurro.-Yoo...intenté defenderte Tae...les dije que no lo hicieran...pero ellos...eran más Tae...- Y dicho esto se desplomó inconsciente.
-¡Jimin! ¡Abre los ojos! ¿Quién te ha hecho esto joder? Jungkook ayúdame, cogele de las piernas.
-¿Por qué debo ayudar a una persona que me pega?
-¡Porque si no te parto la cara niñato consentido!
-Vale.-Respondí asustado al ver la cara de Taehyung, parecía muy preocupado. Pero que conste que ayudaba a Jimin, por Tae, no por ese maldito imbécil.

Narra Taehyung.

Vi que Jungkook iba a irse, y me di prisa por llegar hasta su lado, quería detenerle, decirle que no me podía dejar. Pero mi orgullo era demasiado grande. Así que solo le agarré de la cintura y le amenacé, sí, una forma bastante cobarde de defenderme, pero era algo que se me daba muy bien.
-Que sea, la última vez, que me amenazas.-Noté como se tensaba.- ¿Ha quedado claro?
Sentí como se estremecía bajo mis brazos, sus manos bajaron hasta las mías y las apartaron, al darse la vuelta me di cuenta de que no miraba mis ojos, sino mis labios, esto me puso bastante la verdad, y cosas pervertidas se me pasaron por la mente, y como si fuera un gato a punto de atrapar a un ratón, relamí mis labios.
Vi como Jungkook se ponía nervisoso, y apartaba la mirada, y cuando pensaba que iba a intentar irse de nuevo, unas manos empujaron mis hombros haciendo que me pegara a la pared. Y en cuestión de segundos los labios de Jungkook estaban sobre los míos, haciendo maravillas.
Cuando empezaba a faltarme el aire, sonó el timbre, haciendo que me diera cuenta de que estaba volviendo a besar al conejo del que supuestamente tenía que alejarme.
Y fui corriendo a abrir la puerta, encontrandome a Jimin con un montón de marcas y moratones en el cuello y con lágrimas decorando toda su cara. Se lanzó a los brazos, y empezó a sollozar, mientras yo acariciaba su pelo, olvidándome completamente de que acababa de besar a Jungkook.
-¡Jimin! ¡¿Qué coño le ha pasado a tu cuello?!- Le pregunté poniéndome nervioso al notar que su respiración se volvía agitada.
-Yo...- Dijo Jimin casi en un susurro.-Yoo...intenté defenderte Tae...les dije que no lo hicieran...pero ellos...eran más Tae...- Y dicho esto se desplomó inconsciente.
Me puse muy nervioso, ya que su respiración había pasado de estar super agitada a parar de pronto.
-¡Jimin! ¡Abre los ojos! ¿Quién te ha hecho esto joder? Jungkook ayúdame, cogele de las piernas.- Pensé en ponerlo en el sofá y correr a llamar a una ambulancia.
-¿Por qué debo ayudar a una persona que me pega?
-¡Porque si no te parto la cara niñato consentido!- Estaba demasiado nervioso, y Jungkook ponía resistencia. No quería gritarle, pero si tenía que elegir entre mi mejor amigo, o el cara conejo, que ni si quiera sabía si me gustaba o no, elegía a mí mejor amigo.

-Vale.- Su cara cambió en un momento, y se puso bastante pálido. Genial, ahora lo había asustado. Cabeza imbécil.
Lo levantamos y lo sentamos en el sofá y corrí a por el teléfono para llamar a la ambulancia.
-Perdona, soy Taehyung, necesito una ambulancia, en seguida, mi amigo está...inconciente.

Narra Jungkook.

Taehyung salió corriendo a la cocina, para coger el teléfono, y yo miré hacia el sofá, y lo ví tan sumiso, tan inocente...y recordé cuantas veces me había amenazado, y cuantas veces me había pegado.
Entonces me centré en sus marcas del cuello, sus moratones, ¿Eso debía de doler no? Pero espera, me di cuenta de que sus mangas estaban manchadas de lo que parecía ser sangre, entonces, las agarré y vi como el gran Jimin, tenía las venas cortadas.
En un principio me asusté y pensé en correr a avisar a Taehyung, pero volví a acordarme de las veces que me había hecho daño, así que agarré su muñeca con fuerza, y abrí más sus cortes, provocando que las heridas se abrieran más y empezaran a sangrar sin control.
Cuando me di cuenta de que podría estar provocándole la muerte, y dejé de apretar, entró Taehyung llorando a la habitación y se puso a besar cada marca del cuello de Jimin y a darle abrazos desesperadamente.
Entonces pensé que tal vez debería habérselas abierto más.