CAPÍTULO 14

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Bueno chic@s, como no sabía muy bien como hacerlo he optado por hacer esto.
Lo que os cuento ahora es lo que le pasó a Jimin para que estuviera así. Todo esto estará narrado por él.
Por favor no me odiéis mucho...

Narra Jimin.

Hacia media hora que llevaba sentado en un parque hablando por el móvil con Suho. Estábamos planeando el nuevo "ataque" hacia Jungkook. El imbécil ese se arrepentiría de lo que había hecho.
Éramos pocos los que sabíamos lo que había pasado, y la razón por la que Tae hacia lo que hacía.
-Bueno, te dejo, acuerdate de todo lo que hemos hablado eh.
-Sí, nos vemos esta noche. Ha cola...-No pude terminar de oír la frase porque colgó antes de terminar. Aunque seguramente no fuera importante, y estuviera hablando con otra persona.
Después de estar un rato revisando mi instagram sentado en el aquel banco que estaba empezando a dar forma cuadrada a mi trasero. Me levanté al acordarme de que tenía que estudiar. No me gustaban las clases, y muchas veces me las pelaba, pero no me hacia mucha gracia tener que repetir. Así que tendría que estudiar.
Llegué a un paso de cebra, cuando iba de camino a mi casa, y un gilipollas de la vida, pasó a no de cuantos por hora, sin ni si quiera dignarse a parar. Vamos que si no llego a frenar en seco...mejor no lo pensemos.
-¡Ahí te estrelles desgraciado!- Le grité levantando la mano y enseñándole el dedo del medio.
El coche, tomó la curva y se metió directo a un callejón. Yo seguí mi camino en dirección a mi casa. Pero por motivos del destino de la ostia, tuve que pasar por el mismo callejón en el que los dueños del coche, a los que no les había hecho mucha gracia mi dedo, habían aparcado.
Y como si tuvieran claro que iba a pasar por allí, dos tíos de más o menos la altura de un gorila (exagerando un poco) me esperaban apoyados en el vehículo que casi acababa con mi vida hace unos momentos.
En un principio me quedé observándoles, de arriba abajo. Hasta que uno de ellos movió el cuello, y el otro gorila gordo se empezó lentamente a acercar a mi...
Cada paso que el daba hacia adelante, era uno que daba yo hacia detrás.
Hasta que él empezó a cansarse y con solo cuatro zancadas la cosa cambió bastante.
Me encontraba pegado a la pared del callejón con la mano del gorila en mi cuello, apretando como si le fuera la vida en ello. Cuando noté que empezaba a faltarme el aire empecé a patalear sin éxito, hasta que acerté en una de las espinillas de este hombre. Grave error.
El hombre no soltó mi cuello, pero con la otra mano que le quedaba libre empezó a pegarme puñetazos en el estómago.
Cuando se cansó, soltó mi cuello y me lanzó contra la pared. Reboté en ella y caí de boca al suelo, salvé mis dientes gracias a mis manos. Pero al hombre no le valía sólo con eso.
-Rata asquerosa.- Dijo escupiendo al lado de mi cabeza.
-Córtale la mano.- Oí a duras penas, como el otro hombre se acercaba. No podía mirarle porque mi cuerpo ni si quiera respondía a mis órdenes de levantarme y salir.
Intenté levantarme apoyando las rodillas, pero al hombre no pareció hacerle mucha gracia.
-No, no, no...tu no te vas de aquí. Vamos a ver a quien le vuelves a enseñar el dedo, si ya no tienes mano.
Y dicho estas palabras agarró con fuerza mis muñecas y sacó de sus bolsillos una navaja pequeñita.
-No...por...fa...vor...-Dije sin poder hablar, me había apretado tanto el cuello, que me faltaba incluso el aire.
-¡Eso nenaza! Suplicame.
Mientras decía estas palabras colocaba la navaja en el borde de mi muñeca. Apretó un poco para acumular sangre en las venas y...
La sangre empezó a salir muy rápidamente, debido a la presión que estaba ejerciendo sobre mi mano. El corte había sido profundo, pero aun podía aguantar.
-¡Oh no! Que despiste. Me habías sacado el dedo con la otra mano. Ahora tendré que arreglarlo.
-Noo...yo...
-Cállate.
Y repitió lo mismo pero en la otra muñeca. Y de nuevo sangre por todas partes.
-Y ahora haz que se la beba.-Escuchaba decir al otro.
Y sin esperar respuesta se acercó a mí, agarró mi cuello, apretó y me puso una de mis muñecas en la boca haciendo que toda la sangre procedente de mi piel desgarrada, dejara su sabor impreso en mi boca.
Y tras hacer eso, se levantaron dejándome allí. Y se marcharon con el coche.
Apreté mis muñecas con las manos y me levanté con las penosas fuerzas que me quedaban.
Empecé a andar rumbo a algún lugar, la casa de Taehyung estaba cerca y podría llegar a tiempo antes de desangrarme.
Y una de las cosas positivas aunque doliera decirlo, esque el ya sabría como curar cortes en muñecas.

Tras varias calles cruzadas. Y caídas debido a la falta de fuerzas conseguí llegar hasta la casa de Tae.
Toqué y en seguida me abrieron la puerta. No pude aguantar mucho de pie pues hacia un rato que había empezado a delirar. Ni si quiera recordaba como había empezado todo. Pero recordaba haber hablado sobre proteger a Taehyung y había hablado también sobre Jungkook, así que la conclusión que sacaba era que los compinches de Jungkook habían intentado matarme para deshacerse de mi e ir a por Tae. Y de nuevo, mientras pensaba eso en milésimas de segundos Tae me abrazaba.
Oí como me preguntaba algo y mi mente medio trastornada por la pérdida de sangre contestó alguna gilipollez. Hasta que...perdí el conocimiento.
A partir de ahí sólo tengo estúpidos momentos que pueden haber pasado.
Recuerdo notar un presión en mis venas, un dolor que por dentro de mi crecía cada vez más. Y recuerdo la cara de Jungkook frente a mi. Y a Tae y el ruido de una ambulancia...y todo lo demás es oscuridad.

Detrás (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora