Detrás (Vkook)

CAPÍTULO 15

Estaba en una clase, concretamente en inglés. Clase que me daba bastante asco la verdad. Había pasado un día desde que había intentado, de alguna forma, matar a Jimin.
Taehyung aun no había llegado, como siempre tarde. Pero quizás no venía, a lo mejor había ido al hospital a visitar a su amiguito.
Pero por hablar, o mejor dicho pensar demasiado, apareció por la puerta hecho una furia. Y nada más entrar me miró y empezó a avanzar hacia mi, murmurando. Parecía muy enfadado.
-¡Eres un cabronazo! Has sido tú.-Dijo señalándome con el dedo.
-¿De qué estás hablando Tae?
-¡No me digas Tae, y sabes perfectamente de lo que te estoy hablando. Eres un maricón.
-Pero....- Intenté razonar con él. Pero sabia perfectamente que se estaba refiriendo a lo de Jimin.
-Maldito hijo de puta mírame a la cara cuando te hablo.
Sin querer había bajado la mirada, ya que no soportaba mirarle a los ojos.
-¡¿Por qué no me haces a mi lo mismo que le has hecho a él, eh?! Vamos hazlo.- Dijo estirando el brazo.- ¡A mi no te atreves a hacérmelo eh! Que te pese sobre tu conciencia que gracias a tí, Jimin está muerto.
Muerto....lo había matado yo. Tal vez si no le hubiera abierto mas sus cortes ahora estuviera vivo...pero no...tuve que hacerlo. Porque soy así de gilipollas.
Taehyung se acercó a mi, levantó su puño y fue directo a mi cara.
-¡No lo hagas Tae!

Y me desperté, aunque seguía teniendo a Tae delante de mi. Solo que más cerca incluso que antes.
Había tenido una pesadilla. Ya decía yo que tardaba en llegarme la culpa.
-Yo...quería preguntarte solo si...-Empezó a decir Tae tartamudeando.
-Siento si te he molestado...es que  he tenido una pesadilla...
-¿Entonces no lo has dicho porque no querías que te besase?
-¿Qué?
-Yo...
-Taehyung lo siento...
Y ya no podía aguantar más, desde que me había despertado lo tenía demasiado cerca, y él estaba bastante nervioso, cosa que sin explicación me ponía mucho. Me encantaba ver como se mordía el labio de los nervios o como jugaba con sus manos.
Pero cuando dijo eso de "¿Entonces no lo has dicho porque no querías que te besase?" y caí en lo que significaba me lancé hacia él. Completando ya la décimoctava vez que besaba sus labios. Ah que los sueños no cuentan...

Agarré su cuello y lo empujé hacia mi, él, sorprendido, solo se dejó llevar. Y cuando estaba encima de mi sobre el sofá empecé a besarlo muy tiernamente.
Metí mis manos por su camisa, y empecé a acariciar su pecho.
Pero en ese momento se abrió la puerta y un Suga sorprendido se nos quedó mirando.
-¿Pero qué coño me he perdido yo en este tiempo?
-¿¡Pero tu no decías que hoy no venías?!-preguntó Taehyung poniéndose en pie.
-¿Y tú no decías que solo eran gilipolleces lo que sentías y que no eras gay?
-¡No lo soy!
-Oh pero tío ¡¡que te acabo de pillar montándote el lote con Jungkook!!-cuando escuché mi nombre bajé la cabeza avergonzado.
-Yo...yo...este gilipollas ha venido a echarme en cara estupideces y luego se ha tirado encima de mi. ¡¡Yo no tengo la culpa de que sea un desviado!!
-Serás cabronazo.- Grité al escuchar esas palabras. - Si has sido....
-Callate y lárgate de mi casa...desviado.
Eso me jodió mucho, pero reprimí mis lágrimas. No quería que me vieran llorar. Lo odiaba. Y se merecía que le hubiera pasado eso a su mejor amigo. Debía morirse. Me daba asco.
-Jungkook...
-¡Dejame en paz Suga!- Le grité mientras me liberaba del brazo que me había tendido agarrándome la muñeca.
Salí corriendo de esa casa. Quería irme lejos. Muy lejos.
Sin quererlo se me habían echo las 8 y media.
No entendía nada. No me entraba en la cabeza porque Taehyung cambiaba tantísimo cuando había alguien con nosotros. ¿Por que no podía actuar siempre como cuando estábamos solos? En esos momentos todo era tan perfecto...
Como algunas de las cosas que habíamos vivido esa tarde...todo iba bien..dentro de lo que cabe.
Incluso iba a dormir en su casa...pero de repente todo había cambiado.
Incluso me había llamado desviado.
Yo no era ningún desviado.
Era él.
Solo él.
El que me hacia perder la cabeza.
Pero es que él... Es tan perfecto...sus manos, sus piernas, sus brazos, su pelo, sus ojos, su boca. Esa sonrisa tan bonita que le salía cuando reía. Todas y cada una de sus manías. Todo él es perfecto.
Espera un momento...¿En que momento de mi vida he cambiado tanto como para pensar esto?
Se suponía que yo antes lo odiaba por ser un mujeriego...
Pasé por delante de un bar mientras corría hacia mi casa y al fijarme un poco me di cuenta de que dentro estaban Jin y Suho hablando. Dos de los gilipollas que me habían pegado junto con Jimin.
Y me quedé mirándoles un rato. Vi como reían, sin el más mínimo cargo de conciencia. Ojalá se pudran.
Suho se llevó el teléfono al oído y empezó a hablar con alguien. Jin mientras tanto observaba unas fotos que estaban sobre la mesa, pero no alcanzaba a ver de que trataban esas fotos.
De repente Suho se levantó y empezó a dar gritos hasta que colgó el móvil miró a Jin y recogiendo las fotos se dirigió a la puerta. Mira tú que listo. La cuenta la tendría que pagar Jin.
Retrocedí y me oculté en una calle cercana. Lo que menos quería es que me volviera a dar de ostias.
Cuando pasó de largo vi como con el ajetreo se le caían varias fotos.
Esperé a que se fuera y me acerqué a recogerla.
¡No podía creermelo!
¡¿Como coño tenía él esas fotos?!
-Creo que eso no te pertenece. - Una voz resonó a mis espaldas.