CAPÍTULO 18

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Llegamos a mi casa y tal y como entramos cerré la puerta decidido a contarle el malentendido a Jimin.
Este al ver la casa se quedó un poco extrañado. ¿La reconocería?
-Que...¿Te es familiar?
-Pues... No. ¿Compartimos casa?
-Jajaja no no, yo vivo aquí con Suga, tú estás a unas casas de aquí, con tu abuela.
-No jodas...¿no tengo padres...?
Su mirada fue perdiéndose en mis ojos marrones, atravesando mi mente, buscando una explicación. La verdad te dañaría, ahora tienes una nueva vida ¿no? Entonces...
-No hombre no jajaja, ellos están de viaje de negocios y volverán en algunos meses. Realmente lo pasan mal porque la comunicación allí no funciona bien.
-Uuff.. De verdad me había asustado.
-Bueno esto...¿Qué quieres comer?- dije cambiando de tema rápidamente.
-Pues..¿espaguetis?
-Si te pregunto es por algo ¿no? ¿Prefieres longanizas? A medio día es mejor comer longanizas.
-Ey...eso significa que...¿Quieres jugar?-preguntó mientras se acercaba a mi mordiendo su labio provocativa mente.
-¿Qué? ¡NO! ¡Lo has entendido mal! Yo me refería a longanizas de...comida...
-Juum...me gusta el plan..-Se acercó a mi oreja y retiró el pelo de mi cabello que caía sobre ella, acercó su boca y susurró.- Dejame jugar, quiero jugar TaeTae.
-Pero Jimin es que tú y yo no...- la situación me incomodaba y pensé de nuevo en decirle que no eramos pareja. Que no eramos gays. Bueno...por lo menos él. Pero no me dio tiempo, puesto que Jimin acabó con la distancia que había entre nuestros labios y agarró mi cara profundizando el beso. Su mano se paseaba por mi cintura, subiendo por mi abdomen, haciéndome ver que quería más que un beso. Yo me mantenía quieto, solo moviendo mis labios. Empecé a pensar en los sentimientos que me había estado guardando tanto tiempo, pensé en el momento en que me había dado cuenta de mi verdadera orientación sexual, y pensé en quien había sido la primera persona que me hizo darme cuenta, aunque yo lo hubiera escondido follándome a todo lo que tuviera tetas, o golpeando a la persona que me estaba haciendo dirigirme al marginamiento. Ese era él.
Jungkook.
Me gustaba desde hacía un año, empecé a darme cuenta el día que él se acercó a nuestra mesa de la cafetería con Suga. Sus ojos eran tan profundos, su mirada tan intensa, ese pelo tan revuelto y negro, sus manos tan suaves. Recuerdo el estremecimiento que sentí cuando su mano rozó la mía al coger la servilleta del suelo. Era tan suave. Pero él... Me rechazó.
Simplemente pasó de mí.
Y entonces me empeñé en enseñarle que nadie rechaza a Kim Taehyung. Pero él...es mi debilidad.
Mis pensamientos se habían alargado demasiado y ahora me encontraba en la cama sentado con Jimin delante mientras seguía besándome y empezaba a levantar mi camiseta. Seguía inmóvil dejándome hacer.
Pero entonces caí.
Volví a pensar en esos ojos tan profundos que me habían mirado en el hospital. Los que habían provocado en mí el mismo estremecimiento que cuando lo vi por primera vez.
Ese chico tumbado en la camilla, con problemas de estómago según el médico no podía ser otro.
Él era el chico al que golpeaba por la razón de que me había rechazado.
El niño que estaba enfermo, era Jungkook.

Bajé mis brazos rápidamente impidiendo que Jimin subiera mi camisa. Y lo empujé con bastaste fuerza hacia atrás.
-Jungkook.- grité desesperado mientras me levantaba de la cama y me ponía bien la ropa.
-¿Jungkook? ¿Quién es ese? ¿Debo ponerme celoso? Jajajaj
-Eh...perdona pequeño, pero tengo que irme.
-¿Piensas dejarme con todo el calentón?- dijo con una sonrisa pícara.
-Lo siento..tengo que cumplir una cosa.

Detrás (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora