Phoebe Grey: El Origen de sus Sombras.

CAPITULO 17

—Chica apurada...—dice susurrando.

Nos miramos fijamente a los ojos. Sus ojos con los míos no puedo hablar, mi cerebro no conecta con mi boca. El hombre perfecto con el que me acosté está aquí frente a mí.

—¿Ah?—es lo único que logró articular después de unos cuantos minutos.
—Tu... Eres Phoebe Grey...—me dice en un susurro.—La del club...
—Señor Zimmerman, tome asiento porfavor—digo en un tono más duro.
—Pe...pero Pho...—tartamudea.
—Señor Zimmerman porfavor si no está en condiciones de llevar a cabo una reunión, le pido que se vaya y que regrese en otro momento.—Le vuelvo a repetir.
—Vine a lo que vine...—se sienta—Así que, señorita Grey estoy aquí de parte de empresas Müller.
—Si eso lo sé,—revisó los papeles de su empresa—¿Para qué desea nuestros servicios?
—Creo que sabe muy bien que ahora todas las empresa farmacéuticas necesitan de asesoría legal, ya tenemos a un buen abogado para Alemania y España, ahora necesitamos uno acá en Estados Unidos...

A reunión de negocios queda sellada. Müller y Grey's Law Firm ahora son socios en cuestiones de leyes. Volverlo a ver me fascino; obvio pero a una parte de mi «El solo será un socio más» Se repetía en mi cabeza como mantra en la media hora de la reunión con el. Me sentí tan rara al tenerlo aquí, frente a mí al chico del club. Me sorprendió que sea tan joven, papá me había contado que Eric Zimmerman era casi de su edad... No pensé que fuera tan joven, le comente aquello y me dijo que él era Eric Zimmerman Jr, el otro era su padre el dueño y señor de empresas Müller. Lo bueno de todo esto es que tengo su número, pero solo para juntas legales y esas cosas, no para nada más...

–Si claro Phoebe, ni tú te lo crees–Dice mi conciencia virando sus ojos.

El se quedara aquí en Seattle por unos meses ya que tiene que cuidar la sucursal de la empresa aquí. Después de toda esa media hora de larga reunión la mañana se ha pasado muy rápido; entre firmas, revisión de papeles, afirmación de reuniones y una que otra reunión express. Ahora me encuentro sentada en el sofá que tengo en la oficina junto con mi sandwich de pollo, ensalada y una botella de agua; son las dos de la tarde, mi tiempo libre para hacer lo que sea, enciendo la televisión que tengo aquí y pongo en un canal de farándulas, dejo ahí y me concentro en mi almuerzo. De repente suena mi teléfono:

—Grey.
—Hija ¿qué te he dicho de ser tan fría al teléfono cuando te llamo?—es mamá.
—Mamá, lo siento no había visto quien llamaba.
—Bueno mi niña, llamaba para decirte que... Espera—se siente cuando tapa el teléfono y se escucha medio medio voces al fondo.—Ahora sí, estos nuevos becarios me hacen todo mal creo que colapsarse. Bueno té estaba diciendo que esta noche haremos una cena, ya sabes el cumpleaños de tu padre... Vendrán socios, amigos y la familia.

Me detengo alejo el teléfono y veo el calendario del mismo... ¡Mierda es 18 de Junio! ¿Cómo me voy a olvidar de tan Semejante fiesta?

—¡Cierto mama! Estaba esperando tu llamada, ya que si no hacían nada yo tenía algo preparado, pero como tú ya tienes algo...—miento.
—Desearía decirte que mientes tan bien, pero sabes que no es así Phoebe Grey, te conozco y bueno era para eso, lleva a Oona.
—Obvio que si mama, nos vemos esta noche...—cuelgo.

Apenas hago esto me levanto y voy hacia mi escritorio necesito salir y comprarle algo a papá...

—Danna, cancela todo lo que tenga esta tarde. Tengo un compromiso familiar...
—Bueno señorita Grey, por cierto le dejaron algo acá para usted ¿quiere que lo lleve a su oficina?
—Bueno... Pero que sea rápido debo salir urgentemente.

Empiezo a arreglar todo de vuelta en mi bolso para alistarme y salir... ¿Qué se le puede comprar a un hombre que tiene de todo a la hora y momento que se le antoje?
La puerta se abre y entra Danna con un gran ramo de rosas rojas, un rojo como sangre.