XIII

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Kiara y yo nos encontrábamos cocinando, para mañana, luego de lo que había pasado en la habitación.

¿Qué era lo que me había pasado? ¿Por qué lo hice?

-¡Auch! -Suelto el cuchillo bruscamente. Me había cortado.

-Ten cuidado. - Kiara coloca la cebolla junto con la carne, a freír. Habla sin siquiera mirarme.

-Si, estaba siendo descuidada. - Me dirijo al lavabo y lavo mis manos, removiendo la sangre. -Iré por una curita. - Ella solo asiente.

Me dirijo al baño de mi habitación y saco el botiquín. Saco una curita y la enrollo en mi dedo. Vuelvo a la cocina. Observo que Kiara está haciendo el arroz.

-¿Quieres la carne con salsa de soya?

-Opino que está bien así. - Dice Kiara.

-Entiendo. Dejemos el arroz hasta que esté listo. Hagamos algo por mientras.

-¿Como qué?

-No lo sé, ¿Qué podría ser?

-Cualquier cosa, pero no me beses. - Dice dándome la espalda.

-¿Que te sucede? ¡Tú empezaste!

-Pero tú seguiste.

-Bueno, pero ni siquiera se te debía haber pasado por la cabeza hacer algo así. Como es posible que hagas algo así.

-Bueno, entonces lo siento. No lo volveré a hacer. No volveré hacer algo tan estúpido como eso. - Me da la espalda.

-Me parece bien. Fue raro de tu parte y desagradable.

Inmediatamente se gira, de un golpe.

-¿¡Desagradable!? - Se acerca a mí y me mira a los ojos.

Están ardiendo.

-¡¡Dices eso cuando luego me seguiste el juego!! ¿¡Qué mierd# hablas!?

-¿¡Eh!? ¡¡Cálmate!! - Ella me empuja.

Estaba alterada, nunca decías palabrotas.

-¡¡Te odio!!

-¡¡Fue sólo un comentario!!

-¡¡Vete a la mierd#!! ¡¡Me voy de aquí!! - Sale de la cocina.

-Hey, ¿Y tus cosas?

-¡¡Quémalas si quieres, si tanto te disgusto!! - Cierra la puerta de salida con rabia.

-¡¡Kiara!! ¡¡Maldición!!

Salgo del apartamento y bajo las escaleras rápidamente. Salgo corriendo del departamento. Veo que Kiara está corriendo, ya bastante lejos de mí.

-¡¡Kiara!! - Corro lo más rápido que puedo. -¡¡¡¡Kiara!!!!

Ella sigue corriendo, bastante rápido, raramente. Ella no era buena deportista.

Doblo por la esquina en la que ella había doblado. Un montón de gente aparece en frente mío. Trato de ver el cabello de Kiara, o sus zapatos, pero se me es verdaderamente imposible.

¿Estará yendo a su casa?

Espero que no.

Luego de unos largos minutos, logro salir de la multitud. No veo a Kiara por ningún lado, no hay rastro de ella.

Ni siquiera su perfume en el aire.

-¡¡Mierd#!! ¿Por qué te enojas por estupideces como esas?

-¿Pasando por penas amorosas? - Levanto la mirada. Había un caballero de edad en un puesto de rosas.

-Uh...

Amigas, ¿por siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora