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-Lista? - Observo a Kiara.

-Sí, ya estoy lista. Vamos.

Nos dirigimos a la salida de la escuela. Hoy a Kiara le tocaba academia, pero quería comprarle algo. Siempre le da hambre.

-Ugh, tengo hambre. - Kiara soba su estómago

-Quieres un helado? - Pregunto. Entrelazamos nuestras manos.

-Si!! Por favor!! - Ella salta de emoción.

Caminamos hacia la tienda más cercana. Ella arregla su cabello, que lo lleva suelto, junto con una cinta morada.

-Tienes academia en la tarde?

-Si, gimnasia artística. Te quedas?

-Si, no tengo nada que hacer en la tarde. Mis padres están trabajando.

-Yei!!

Compro un helado de frutilla, en cono. Pago y se lo entrego a Kiara.

-Gracias!! Ya te he dicho que te amo?

-No, creo que no. - Ambas reímos.

Ahora volvemos a la escuela. Ambas teníamos 15 años, sólo que ella había nacido dieciséis días después que yo.

-Cuándo tienes academia?

-El profesor la suspendió. Ha tenido varios problemas, así que no tendré durante un tiempo.

-Eso es lamentoso. - Veo que tiene helado en su labio.

-Espera - Saco mi pañuelo y lo paso por sus labios. -Listo.

-Gracias, pero sólo me hubieras dicho.

-No, era más divertido así. - Ella roda sus ojos.

Entramos al instituto. Los pasillos estaban un tanto vacíos. La mayoría de estudiantes se habían ido.

-Es en la sala de espejos, verdad? - Ella asiente. Me ofrece helado, tomo un poco.

Nos dirigimos a la sala de espejos. Veo que hay algunas chicas ensayando. Aún la academia no empezaba. Kiara toma su helado.

-Siempre te demoras en comer.

-Hay que disfrutar, la comida es delicia. Además, la academia empieza en media hora más.

-Entonces para qué bajamos ahora?

-Qué se yo. Vamos a la cancha un rato?

-Está bien.

Nos dirigimos a la cancha. Entrelazamos nuestras manos. Ella sigue tomando helado. La cancha estaba un tanto desierta. Sólo estaba la academia de volleyball.

-Estudiaste para el examen de mañana?

-No, estudiaré hoy. - Murmura Kiara.

-Eso espero. Quedemonos en las galerías por mientras.

-Bien.

Nos dirigimos a las galerías. Ambas nos sentamos, pero como Kiara acostumbraba, se recuesta y apoya su cabeza en mis piernas.

-Hace frío - Murmuro.

-Tú siempre tienes frío. - La observo tomar su helado. Ya le faltaba poco para terminarlo.

-Lo sé. Pero igual, hace frío.

-Lo que tú digas.

(...)

Observo a Kiara bailar con un aro. Ella bailaba bastante bien, sus movimientos eran precisos y delicados.

Y su físico era bastante envidiable. Era bastante delgada y con una cintura bien definida. Había amarrado su cabello en un tomate.

Amigas, ¿por siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora