-En tres minutos es la obra, los actores detrás del escenario, ahora! - Ordena la profesora.
Bufo, para luego levantarme de mi asiento y salir de la sala.
Kiara se acerca a mi lado.
-Estoy nerviosa. - Admite.
-¿Por qué?
-No lo sé.
-Lo harás bien.
-¿Eso crees?
-Claro que lo harás. Tranquila. - La abrazo por los hombros.
Ambas caminamos hacia el auditorio, para luego ir detrás del escenario.
-¿Estás más tranquila?
-Si. - Ella respira hondo.
-Okay, ya saldremos. No te coloques nerviosa, lo harás genial.
-¿No estás nerviosa?
-¿Por qué debería estarlo?
-No lo sé...
-¡Ya está! Te toca salir a escena.
-Okay... Lo haré bien... Creo... ¡Lenka!
-¿Qué pasa?
-¡No ensayamos la escena del beso!
-Uh, cierto... Eso es lo de menos, no te preocupes.
-¿Y si no me sale?
-Lo hará. Tranquila. ¡Ve!
Finalmente, Kiara sale al escenario.
Era impresionante la manera en la actuaba, como si de verdad fuera aquél personaje que interpreta.
Sus movimientos eran tan delicados y suaves. Su voz era bastante fuerte, se había atrevido a sacar la voz.
Me sentía orgullosa de ella. Estaba nerviosa, pero se notaba que lo disfrutaba.
(...)
Aquella hermosa Julieta estaba ya en el suelo, inconsciente por aquél eficaz veneno.
Era la Julieta más linda que he visto.
Era mi parte.
-Esposa, amor mío. La muerte que atrapó el néctar de tus labios, no ha podido quitarte tu hermosura. Julieta, ¿por qué estás aún tan hermosa? ¿Será que el descarnado monstruo te ofrece sus amores y te quiere para su dama? Para impedirlo, dormiré contigo esta noche, en compañía de esos gusanos, que son hoy tus únicas doncellas. Brindemos por mi dama. ¡Oh, cuán portentosos son los efectos de tu bálsamo, alquimista veraz! Así, con este beso... muero.
Me acerco al rostro de aquella Julieta y lo tomo, apoyo su cabeza en mi pecho.
Su piel, su pálida piel, tan hermosa y suave, la acaricio, fijándome en sus labios.
Acerco mi rostro al de ella, puedo sentir su cálida respiración.
Cierro mis ojos, para luego plantar un delicado beso en sus labios, mientras acaricio su mejilla.
Aquella Julieta, que yace en mis brazos, no responde, como era de esperarse.
Una vez cumplida mi misión, caigo, muerto, me entrego a la muerte producto de aquel beso fatal.
Aquel beso que nos unía en alma, ya que nuestro amor no podía ser correspondido.
(...)
-¡¡Felicitaciones a todos!! ¡¡La obra salió bastante bien!! - La profesora, al finalizar la obra, nos otorgaba nuestras respectivas felicitaciones.

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Amigas, ¿por siempre?
Teen FictionLenka y Kiara son unas simples chicas de quince años de edad. Son como cualquier otro adolescente. Desde que se conocieron, han sido muy unidas. Pero, ¿qué pasará con su promesa de mejores amigas por siempre? Sus corazones podrían estar derramánd...