Nuestra Burbuja

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Capítulo Diez: Nuestra Burbuja

Para los tres, el día fue un asco, y no necesariamente por las clases, que no habían estado tan mal. Kyle se había visto rodeado de chics que babeaban por él todo el día, y Tsukiyomi se había puesto hecha una fiera, pero no podía evitarlo. Por otro lado, los chicos de la escuela no habían dejado de mirar a la niña, y eso había hecho que Kyle y Dean quisieran matar a todos. Dean había estado muy cariñoso con ella todo el día, algo que no le agradaba absolutamente a nadie. Al parecer el chico no entendía que la joven no lo quería de esa forma y Tsukiyomi intentaba hacérselo entender.

Cuando llegó la hora de la salida no fue un alivio precisamente, ya que Dean quería ir a la casa de Tsukiyomi con ellos, pero ella necesitaba hablar con su protector y además tampoco tenía ganas de seguir lidiano con nadie. La discusión desembocó en un desafío por parte de Dean y estaban punto de ponerse a pelear cuando una de las compañeras de curso de la niña vino a entregarles un folleto a cada uno, hablando tan rápido que era imposible entendrla. Por ende decidieron leer el papel. Al leerlo, Tsukiyomi sonrió, Dean rio y Kyle torció el gesto, sin entender.

-¿Baile escolar? ¿Para qué?-preguntó el protector, sin verle la utilidad a semejante cosa.

-¿Cómo que para qué? ¿No te parece super genial?-se emocionó a chica- ¡A mi me encanta la idea! Sera este domingo. ¡Será grandioso!

Y dio unas palmaditas, saltando emocionada.

El Alma Pura rio, le causaba gracia la emoción y felicidad de su compañera y le puso una mano en el hombro.

-Yuka, tranquila-le dijo con una sonrisa-. Etto... ¿cómo hay que ir? ¿En pareja, disfrazados?

Kyle y Dean la miraron atónitos.

-¿Piensas ir?-preguntaron al mismo tiempo.

Tsukiyomi lanzó una carcajada.

-No... vamos a ir los tres, tontos-les dijo ella-. ¿Por qué no?

Kyle la agarró del brazo y acercándose para que Yuka no lo oyera, le dijo al oído:

-Debemos concentrarnos en entrenarte para que seas más fuerte, pequeña. No podemos distraernos.

Ella se ruborizó. La había llamado "pequeña" y se quedó callada. Dean intervino.

-Oye, Kyle. Esta es una oportunidad para divertirnos un rato, vamos. No seas amargado.

-¡Si, Dean tiene razón!-dijo Yuka-. Se divertirán, ¡será genial!

Y se alejó correteando, ante la divertida mirada de los tres.

-No hablarás en serio sobre ir, ¿verdad?-se dirigió Kyle a la niña, sin entender la fascinación de todos por un baile.

-Claro que hablo en serio-dijo ella, seria de repente-. Es una de las pocas cosas que siento que me hacen humana. Déjame disfrutarlo.

No añadió que de alguna forma sabía que Sam estaría allí también. Deseaba verlo, abrazarlo, besarlo, a pesar de que era un vampiro. Él era su alma gemela y aún lo amaba, de eso no tenía dudas. Pero también sabía que sentía algo por su protector, y deseaba averiguar que era.

El muchacho suspiró con resignación, pues había cometido el error de mirarla a los ojos, y aquel brillo decidido había sido lo que había quebrado su resolución. No podía decirle que no a la pequeña.

-Está bien-dijo, a regañadientes-. Sólo por esta vez, Tsukiyomi. Luego nos enfrascaremos completamente en nuestra misión, ¿entendido?

La niña esbozó una deslumbrante sonrisa, y lució tan hermosa que ninguno de los dos jóvenes pudo decir nada por un largo rato.

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