Capítulo 19: Tenemos que irnos.

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✴✴✴✴✴ NARRA TN ✴✴✴✴✴
Todavía seguía con los ojos increíblemente abiertos hasta el límite por la impresión que me había llevado al volver a ver a Nemo de nuevo. Ahora, era como estar viendo a un completo extraño, porque aunque Jadryga y Kémuel me habían dicho que se había ido del orfanato, todo él había pegado un cambio físico muy radical, pero, dejando eso de lado, aún me era posible reconocerlo:
TN: ¿Qué... Qué haces aquí?
El moreno sonrió con cierta timidez y me respondió:
Nemo: ¿Tú qué crees? Soy tu canguro.
Dirigí la mirada hacia los chicos, esperando que alguno de ellos pudiera explicarme lo que acababa de pasar. Ignazio fue quien lo hizo:
Ignazio: Verás, bambina, ya te hemos dicho que nos vamos a ir de gira... Y tanto estos dos como yo teníamos miedo de dejarte sola en casa.
Asentí, y Gianluca tomó la palabra:
Gianluca: Decidimos buscar a alguien con quien pudieras congeniar rápidamente, porque aún no sabemos con exactitud el tiempo que vamos a estar fuera, y terminamos llegando a la conclusión de que lo mejor sería que te quedaras con un conocido.
Yo seguía sin entender ni papa, y supongo que Piero notó mi cara de interrogante, porque fue el siguiente en intentar explicármelo:
Piero: Y los tres nos fuimos al orfanato a preguntarle a la señora Cinzia si sabía de alguna persona que se hubiera marchado recientemente y que estuviera buscando un trabajo, aunque fuese a tiempo parcial, y nos habló sobre Nemo. Nos contó que os había visto hablando un par de veces, y para nosotros eso fue más que suficiente, así que ella nos facilitó su dirección, lo buscamos y... ¡TARÁÁÁÁN! ¡Aquí está!
Ellos lo señalaron con alegría, y lo vi algo colorado. Supongo que, aunque hubiésemos hablado alguna vez, él siempre había sido muy introvertido:
TN: Entonces... ¿os vais a ir?
Movieron sus cabezas de arriba a abajo lentamente, y sentí como un pequeño pinchazo en el pecho y que mis ojos comenzaban a picar. Tratando de que mi voz sonara serena, pregunté:
TN: ¿Cuándo?
Se miraron entre si, y supuse que estaban sorteando a quién le iba a tocar decírmelo:
Gianluca: Tenemos que irnos... Mañana.
Y ahí que ya no pude aguantar más, y rompí a llorar desconsoladamente. Vinieron a la carrera hacia y me dieron un abrazo grupal, pero eso no logró aliviar mi disgusto:
Piero: No llores, ragazza, que volveremos a vernos, no tienes por qué ponerte así.
Ignazio: Además, nos mantendremos en contacto por el móvil, ¿de acuerdo? Ahora límpiate esos lagrimones, que tú eres demasiado bonita como para llorar, bambina.
Gianluca: Y a nosotros nos lo pones mucho más difícil de esta forma. Es nuestro trabajo, TN, y tenemos que atender a las fans y darles la oportunidad de que nos puedan escuchar en directo. Pero estoy seguro de que tú lo entiendes, ¿verdad, bella mía?
Me pasé una mano por las mejillas para secarme, y tartamudeé:
TN: S-sí, lo... Entiendo, pero es que os voy a echar muchísimo de menos.
Piero: Y nosotros a ti.
Volvieron a apechugarme contra sus abdómenes, y aspiré una rara pero deliciosa mezcla de sus olores. El resto del día lo pasamos dando un paseo por la ciudad, ya que era mi último día con los chicos antes de que se marcharan y queríamos aprovecharlo. Nemo también vino con nosotros, e iba a dormir esta noche en casa porque mañana ellos se iban a primera hora de la mañana y no querían arriesgarse a dejarme sin compañía. Y pensar que no volvería a verlos en una temporada... Era algo que me destrozaba el cuore.

๑ Adoptada por Il Volo ๑ {Il Volo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora