Capítulo 20

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Cuando Peter por fin llegó con las pinturas subí rápido en dirección al cuarto de Lissyn para la renovación, el rosa fresa que había escogido asentaba muy bien con el morado bajo y los detalles de madera de la habitación, pasamos mucho tiempo pintado todas las paredes una tras otra hasta que todas quedaron perfectamente lisas. Por un momento me quedé pensando como se sentía Lissyn y en como yo podría ayudarla.

-Hey, ¿estás bien?- pregunté mientras ella observaba toda la habitación.

-Sí la habitación quedó muy bonita maestra, gracias- Lissyn se dirigió hacia mí dandome un fuerte abrazo.

-¡Quería decirte algo!-

-¡Dígame señorita!- continúo.

-No me digas así puedes tutearme- vi su cara de desconcertada como si le hubiera hablado en otro idioma y comprendí que ella no sabía lo que "tutear" significaba.

-Me refiero a que puedes llamarme solo Angélica si deseas-

-Oh no, mi abuelo me enseñó que es una falta de respeto hablar así con los mayores-

-Puedes hacer una excepción-

-Bueno... está bien lo haré; ¿qué bonito collar es suyo?-

-"Tuyo"- corregí -Sí, bueno antes era de mi madre, me lo dio antes de partir- Creí que era necesario que se lo otorgue a ella ya bastante me había protegido a mí. Me lo quité con cuidado de no mancharlo con las gotas de pintura que estaban en mis manos.

-Ahora será tuyo- pasé mis manos por detrás de su cuello colocando así la cadena con el dije de gato. -Te protegerá, lo prometo-

-Gracias señorita Miller- me volvió a abrazar fuerte y por un minuto sentí que era como una madre para ella.

-Te parece si vamos a buscar al gruñón de Peter- ambas reímos poniéndonos de acuerdo.

-Iré a la piscina Peter- dijo al llegar a la sala. Peter se lo permitió y ella fue a vestirse con su bikini.

-¿Qué haremos con ella?- pregunté a Peter.

-No lo sé no podemos dejarla aquí sola, debemos avisar a los familiares-

-Tú debes saber los teléfonos- dije.

-Sí pero la mayoría son números internacionales, no creo que a Lissyn le haga bien dejar todo y cambiar de vida tan radicalmente-

-Entonces ¿Qué podemos hacer?-

-Ahora que lo mencionas he recordado algo, ella tiene una tía cerca, vive a unas horas de aquí mañana podemos ir a verla-

-Hasta mañana es demasiado tiempo, debemos hacer algo ahora- me recosté en su hombro.

-Bueno en un rato me comunicaré con los familiares que están fuera del país y ya veremos mañana, hoy puedes dormir aquí si deseas-

-Bueno está bien-

Después de unas horas nos pusimos de acuerdo y llegamos a la conclusión de pedir pizza para la cena, Lissyn nos contó que ella no solía comer con la mano y mucho menos pizza, pero siempre puede haber una primera vez para todo.

Cuando acabamos la cena, Lissyn fue a dormir, ella no se preguntaba qué pasaría después, y es que aunque los problemas eran duros, Lissyn pensaba como una niña, era una.

-Amor, me preocupa Lissyn- le dije a Peter recostándome al lado suyo, en la cama.

-No te preocupes Angélica, ella estará bien, de hecho estuve averiguando y tiene unos ríos que viven a media hora de aquí, pensaba en que quizá mañana podríamos ir y ver que pasa-

-Lo sé, pero no me parece bien que la dejemos en cualquier lugar-

-Ella estará bien, pero ahora hay un problema-

-¿Qué?- me adelanté.

-Bueno en realidad son dos, el primero, ya no tengo trabajo y dos hablé con los organizadores de la boda y me dijeron que la boda se postergará para tres meses después-

-Hay tontito, lo primero no es tan importante, y lo segundo bueno puedo esperar tres meses más en cuanto tú no tengas problema-

-Por supuesto que no, te amo-

-Yo a tí amor- pasé mi mano por el pecho y lo besé con la intención de romper aquella barrera.

-Emmm, Angélica amor, estoy muy cansado, que tal si mañana, tú sabes-

-Oh está bien- dije fingiendo que no me había molestado. Después de poco tiempo quedé profundamente dormida.

*Rrrrrr

El sonido de un teléfono me levantó, noté que Peter lo tomó entre las manos y contestó sin darse cuenta de que estaba despierta.

-¿Qué?, ¿Estás segura?, bueno voy para allá, espero que Angélica no se de cuenta-

-¿No debo darme cuenta de que?- Peter colgó el celular asustado y me miró.

-Angélica no te ví despierta-

-Te hice una pregunta contéstame-

-Era mi mamá, quería que valla a casa por que se siente mal y yo quería ir sin que te dieras cuenta para no interrumpir tu sueño-

-Entiendo, ¿puedo ir contigo?-

-Angélica, son las 3:00 no podemos dejar a Lissyn sola, iré yo y quizá regrese mañana-

-Bueno ve, no te preocupes sólo cuidate y saluda a tus papás-

Peter se despidió de mí y salió de la casa, el sueño me venció y quedé profundamente dormida nuevamente, la mañana siguiente tendríamos que viajar a buscar a los familiares de Lissyn y debía descansar.













Señorita MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora