Capítulo 4

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-¿LIssyn, la niña de la que te pasaste hablando ayer toda la noche?-

-Sí, justamente ella- le digo muy convencida.

-Descríbeme a Peter- me dice.

-Es alto, muy pálido, tiene cabello castaño, ojos azules, la barba media crecida y tiene un cuerpo muy musculoso y usa un pantalón muy ajustado-

-¿Con que te gusta andar viéndole el trasero a los chicos no?- se ríe y me sonrojo.

Se que Taira me entiende muy bien, podría ser mi hermana.

-Ahora cuéntame tú- le digo moviendo mi ceja derecha hacia arriba.

-Bueno yo conozco a un chico llamado Alex, vive cerca de mi casa, es muy apuesto me invitó a salir para mañana- me dice mientras se nota en su mirada, como piensa en él.

-Creo que es momento de irnos por los resultados- digo levantándome de la mesa.

-Lo mismo pienso, ¡Vamos!- me dice mientras toma su abrigo, no sé si quiera por que lo trae ni siquiera hace frío.

Llegamos al hospital, me tiemblan las manos, espero que los resultados de sangre no indiquen que tengo nada malo, volteo a ver a Taira, quien está más que emocionada parece que le van a dar un carro nuevo o algo por el estilo. Se abren las puertas del consultorio, el doctor esta chequeando unos papeles en el escritorio, y cuando se da cuenta, nos da una bienvenida algo incómoda. Mis manos no paran de sudar cuando me dice que nos sentemos, ya que no confío en él, el doctor Willy puede ser muy apuesto, pero tiene cara de psicópata.

- Tomen asiento- nos dice la misma voz gruesa de antes y me mira fijamente, trato de desviarlo viendo a Taira.

-¿Y ya están los resultados?- dice Taira mientras yo muero de miedo.

-¡Por supuesto!- dice casi saltando de su asiento. -Los dejé por acá- mientras saca un sobre de su cajón en el escritorio.

Entonces nos dice -Ambas están bien, tienen muy bien la sangre, pero si hay algo-

El pánico se apodeara de mí casi no me puedo mover... Suguro estoy mal, momiré. Suelo ser dramática para todo pero creó que esta vez exageré.

-El oculista me indicó que deben usar lentes-

-¿Cómo?, pero si nos dijeron que estábamos bien de la vista- digo mientras dejo que la furia de apodere de la situación.

-Señorita calmese, usted está bien-

Taira pregunta muy sutilmente -¿Cuándo venimos por los lentes?-

-A más tardar en una semana- dice mientras su voz gruesa me irrita, me retiró de la sala y Taira corre tras de mi.

-¡Ángela!- me toma del brazo, freno.

-¿Qué?- digo muy enojada casi gritando.

- ¿Por qué te comportaste de esa manera allá?- me dice soltándole el brazo.

- Dejame en paz- digo y continúo caminando enojada.

- Hey, pero tú no eres así- dice y corré en dirección hacia mí.

-Mira, para ti todo es fácil, tienes un padre doctor y superas todo, en cambio yo no me aterra todo esto me pone nerviosa, pude haber tenido algo más grave-

- ¿No crees que exageras?- me dice mirándome algo temerosa de mi respuesta.

-¡No! Así que mejor nos vemos luego, ahora no me siento nada bien- digo mientras le doy una sonrisa muy fingida.

Entonces cojo el primer carro que encuentro en la autopista, alzó la mano para que un carro negro pare ingreso al vehículo y le doy la dirección, al hacerlo veo el espejo y noto una mirada muy familiar. Me preocupo, y el hombre misterioso voltea. Me quedó perpleja y sin poder hablar al saber quien es.

- ¿Peter?- digo casi de inmediato.

-Señorita Miller, ¿aceptaría una invitación esta noche a una cena?- me dice mientras lo veo fijamente, no le contestó y se siente un silencio incómodo.

-¿No me contestarás?- insiste.

-Bueno, está bien, sólo si me regresas a casa sana y salva- trató de sonreír pero mis músculos faciales son caprichosos y se niegan.

-¿Estas asustada?- me pregunta.

-No, no, nada de eso- digo y por fin mi cara suelta la compresión y sonrío.-Sólo estaba nerviosa, no esperaba esto- digo mientras sostengo mi collar, tiene el dije de un gato en detalle de oro, me lo dio mi madre antes de morir y es lo único que me calma en estas situaciones.

Mi madre siempre decía que debía ser muy cuidadosa a la hora de cenar con un chico, porque algunos sólo buscan sexo, lo cual no es bueno para un tipo de chica como yo.

Accedo a la invitación, pero aún no tengo muy claras las intenciones de Peter, me encanta su forma de ser-

Señorita MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora