Todo de Ella

17.

La policía había abandonado el caso, había dejado de buscarla finalmente. Mientras que yo sin embargo no me rendía. Ahora tenía un nuevo plan.

-¿Hola señor Morgans?

-Si el habla – responde al otro lado de la línea

-Le habla el empresario Hamilton, quería solicitar su servicio. – trato de sonar lo más firme posible.

-¡Oh! De acuerdo – sonaba sorprendido. –Y dígame Señor Hamilton ¿Qué es lo que busca?

-Mejor dicho, "a quien" busco – aclaro la última frase con un tono elevado.

-Muy bien Señor... entonces... ¿A quien busca? – pregunta una vez más.

-Estoy buscando a una mujer.

-De acuerdo, dígame... ¿Cuál es su nombre?

Respiro hondo al nombrarlo, como si lo nombrara por primera vez durante mucho tiempo – Elena Parks

"Me asusta la idea de que descubran que soy sensible o que tengo sentimientos" –cita de su libro favorito.

Leía una y otra vez la misma cita del mismo libro, me sorprendía por completo cuan puede una frase de un texto llegar a tener una similitud con respecto a la realidad.

Era como predecir el futuro en su momento, era como tener una bola de cristal llena de poder pero sin embargo que ahora la veía de otra perspectiva, una distinta, ahora lo veía como una predicción de mi propio pasado.

Era extraordinario.

Aquel libro era de ella, no podía dejar de leerlo tal vez porque era lo mas preciso y exacto que tenia sobre ella.

Era un indicio, una pista. El detective que tan solo había llamado hace un par de días había encontrado esto, extraviado en el jardín de su casa. No entendía cómo fue que no lo hubiese visto antes pero aun así era una gran esperanza. El detective aseguraba por completo que aquel libro se le había caído de su bolso al llegar así... ¿Cómo? No lo sé. Era difícil someterme a la idea de que haya sido forcejeada de alguna manera y por ese motivo su libro allá sido extraviado, era la idea más cruel y tormentosa de imaginarme pero como me dijo el detective "Tienes que imaginarte lo peor y luego acostumbrarte a ello" ahora entiendo porque lo decía, tal vez porque al acostumbrarme a la realidad aquello seria menos cruel y vil y por alguna razón no me ilusionaría, no planificaría la solución perfecta sino la espantosa.

Como decía, aquel libro era viejo, lo suficientemente viejo como para ser heredero por algún pariente o familiar cercano. Cuando el detective me lo entrego por primera vez supe que lo conocía. Ella lo leía siempre, la veía leerlo siempre al menos, tal vez le encantaba lo suficiente como para repetirlo una y otra vez. Recuerdo cuando me menciono las cantidades de veces que había leído aquel libro, y lo fascinada que se encontraba con él, contándome la historia cada vez que podía. Una historia de amor basada en el control, la destrucción y la obsesión pero lo que más le encantaba a ella era el final, su final terminado en una sola frase, una frase perdida, solo una, capturada por el viento "Un amor sin ser ejercido por el control es un amor no real... y es que los seres humanos se obsesionan tanto con esa idea que al fin y al cabo muere. Llega la desilusión te das cuenta que era una idealización de tus sueños... estas destruido".

"El amor destruye"

Esa cita me la repetía una y otra vez, interpretándola, sintiéndola, fascinada. Ahora lo comprendía, ahora entendía. Lo había leído aquel libro una vez tratando de entender por qué le fascinaba tanto, tratando de entender su obsesión por aquel libro y es que el libro estaba reflejado en tan solo ese simple párrafo. Aquel libro era exactamente eso una historia de amor idealizada ejercida por el control llegando a tal punto de obsesionarse el único con el otro hasta que al fin y al cabo se transforma en un efecto domino recaído por ambos, ejercido por ambos... Y tan solo esto lleva a la destrucción de dos seres humanos que en su momento creían que amaban y después de esto, aman de verdad.