19.

275 19 0
                                    

Destellante y débil. Opacándose poco a poco, su brillo se desvanece dejando así una tenue luz.

Respiro.

Me sorprende a mi mismo saber que estoy vivo por alguna razón no sé como esto llego a ocurrir, tampoco entendía exactamente en donde me hallaba. Lo único que comprendía era que estaba inconsciente, no lo suficiente para estar dormido pero de alguna u otra manera lo estaba. Mis ojos se esforzaban por abrirse sin encontrar respuesta. Deje de luchar, me resigne a la idea en que algún momento lo lograría, estaría lo demasiado fuerte como para despertar pero... En ese entonces un pensamiento invadió mi mente, un dolorido recordatorio – "Elena" – fue todo lo que pensé. Aquello me llevo a una necesidad extrema de despertar, saber que estaba ocurriendo, saber que ella estuviera bien.

No recordaba mucho acerca de lo que había ocurrido solamente débiles fugases recuerdos y... dolor, un dolor muy agudo al cual por alguna razón no llego a mi corazón... ese era el porqué de que estuviera vivo.

Solamente oía, aparte de la débil luz que podía ver justo frente a mí, nada más oía un sonido ensordecedor que al parecer provenía de cerca. Luego la habitación estaba aislada, vacía por completo, el sonido yacía en ella, o al menos eso pensaba.

En ese momento oí mucho más que eso. Una voz grave hablaba en el interior, por un momento pensé que era uno de los hombres de Michael y el pánico hundió mi cuerpo tan veloz y fácil. Para mi alivio, no era él. Tan solo era el doctor pero no estaba solo hablaba con alguien por lo que supone que estaba a su lado, hablando tan bajo como si tuvieran miedo de despertarme de una esplendida siesta pero ese era el punto. ¡Quería ser despertado!. Por desgracia no podía emitir ningún sonido, estaba débil, lo suficientemente débil como para parecer un muerto en vida.

-¿Entonces doctor cree que se mejorar? – preguntaba una voz dulce y angustiada al mismo tiempo, supe perfectamente a quien le pertenecería, Era mi madre, preocupada por mí. Un segundo antes de que hablara tuve la pequeña esperanza de que Elena se encuentre allí, esperando a que abra los ojos, pero no era ella y aquel sentimiento se transformo en una profunda preocupación. Eso ¿qué significaba?

-Está estable... pero, estará bien... - responde el doctor.

"Desde luego que estoy bien pero no lo suficiente" – pensé.

-¡Oh! De acuerdo – dice mi madre aliviada, satisfecha.

-Bueno, si me permite ir a ver a la otra paciente...

"¿Otra paciente?" – pensé confundido

-¡Oh! – articula mi madre como si supiera perfectamente de quien estaba hablando. - ¿Cómo esta ella? – pregunta mi madre con un tono lo bastante extraño, en realidad la situación era extraña, no comprendía que era lo que ocurría.

-Bueno, digamos que está estable, pero su caso es delicado, su tratamiento tiene que ser de lo más precavido posible teniendo en cuenta su estado, en base a ello no hay mucho que podemos hacer.

-¿Qué quiere decir doctor?... ¿Ella morirá? – pregunta mi madre horrorizada utilizando un tono dramático, como era común en ella, lo dramatizaba todo... pero, ¿De quién hablaban? ¿Quién mas puede estar grave para que mi madre se preocupe? ¿Quién puede estar en un estado...?

Mis pensamientos se interrumpen, horrorizados ante lo que estaba pensando.

-No lo sabremos... aun no ha despertado, cuando Elena Parks despierte sabremos su estado y el de su hijo. – argumenta el doctor haciendo eco a mi pensamientos.

Mi estado se empeoro, volviendo a sentir dolor, proveniente de algún lado de mi cuerpo, tal vez mi pecho, una herida vieja que aun no había cicatrizado, un dolor ensordecedor, peor a todo. Aquel chirrido insistente había aumentado su tensión, en señal de alerta. Sonaba continuamente, como si me estuviera muriendo, como si no estuviera bien...

Todo de EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora