Capítulo 8: Fin del campamento

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Este era el último día del campamento, estaba un poco triste, yo no quería irme, luego de esto tendríamos vacaciones de verano y me sonaba a que me aburriría, mi madre me llamo mientras armaba el bolso.

-Hola hija ¿Cómo estás?-.

-Hola ma, bien como siempre ¿y vos?, ¿Sabes qué?-.

-Me alegro, yo muy bien, te extraño, ¿Que hija?-.

-Yo también te extraño, conocí a un chico Bailey es su nombre, es muy bueno y guapo-.

-Hay que alegría hija, es la primera vez que te noto tan feliz-.

-Gracias ma! Es que estoy muy feliz, conocí algunas personas que me hicieron feliz-.

-Bueno hija, te dejo tengo que continuar trabajando, bay-.

-Chau ma-.

Luego de la charla con mi madre, me quede tranquila terminando de ordenar la maleta, luego guarde una muda de ropa, para ponerme para viajar.

Luego de bañarme, me cambié y corrí hasta el bosque, recordaba bien el camino ya que lo había visto en mi sueño, tenía los auriculares puestos, luego vi en la sima, que de hecho quedaba un poco lejos, una casa de madera con arreglo floral, toque la puerta, no se escuchó nada, luego repetí el golpe, estaba algo cansada. A los pocos minutos la puerta se abrió, y nada menos que la bruja Talina, estaba toda deteriorada y con la ropa vieja y polvorienta, le pregunte:

-Señora Talina ¿Porque has andado molestándome?-.

-Porque tú tienes algo que es mío-. Cuando estaba dispuesta a cerrar la puerta

-¿De qué hablas?-. Dije asiéndome la desentendida

-Hablo de que tienes mi collar-.

-Pero si usted me lo dio en la escuela-.

-Yo no fui jovencita-. Dijo la anciana

-¿Y entonces? ¿Quién fue?-.

-Fue la bruja Falke quien me lo robo-. Dijo con vos quejosa

-Ah, entonces tendré que hablar con ella-.

-Espera, me tienes que dar el collar, no te aproveches de una vieja-. Dijo moviendo el dedo

-Una vieja bruja, no te lo daré, ya no tienes magia ahora eres un vieja polvorienta normal, aparte no te lo mereces por andar haciendo maldades-. Le dije

-Eres una maleducada, ¿Acaso crees que yo no sé qué tú y tu madre son brujas blancas?-.

-¿Qué? ¿Querrás decir mi madre?-. Dije un poco sorprendida

-Sí y tú también, acaso te parece que cualquiera habla con brujas en el bosque-.

-No lo sé-. Contesté y me fui corriendo de allí

La bruja intento montar su escoba, pero no lo logró el auto bus estaba por partir, era casi la única que no se había subido, nuestra profesora me retó y me dijo que buscara un lugar enseguida.

Me senté al lado de Macha, ella siempre sola, pero no era porque la discriminaran, ella decía que la soledad era mejor que otras cosas, nos sentamos a charlar, Talina estaba sentada al lado de John. Me daba un poco de rabia ya que estaban sentados charlando, tomados de la mano, Talina se dio cuenta que la estaba observando y me miro con una mirada fulminadora, gire la cara, y seguí hablando con Macha, hasta que volvimos a Platteland como amaba estar en casa, en cuanto llegamos le pedí a macha su número, para poder ponernos en contacto.

B 5:

Cuenta Brujas (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora