Cuenta Brujas (En edición)

Capítulo 13: Optando por nuevos rumbos

Al instante una imagen apareció en mí cabeza eran un montón de chicos yendo a un gran edificio, y en un momento comenzaron a gritar con euforia, igualmente se veía un poco borroso, como si fuera neblina, entonces me quedo optar que la respuesta sería que si:

-Si la pasaremos-.

-¿En serio? Parecías preocupada hace un momento-.

-¡Sí! Es que estaba como en otro lado, no se-.

Luego la atención se fue y cada uno miro su libro solo quedaban 2 horas para la prueba, por lo menos yo ya había descubierto mi poder, luego John, se quedó mirando la biblioteca, y yo no sé en qué pensaba pero si sé que el libro voló hasta su mano, todos nos quedamos mirándolo:

-¿Y? ¿Porque miran?-. Dijo amenazante

-No nada, solo que no pasó nada, oh por dios-. Dije con un tono falso y luego un suspiro

-Ah okey-. Respondió

Seguí mirando el libro, Bailey se levantó del asiento, y que preguntó si le prestaba el vaso que estaba allí, yo obviamente asentí se sirvió un poco de agua y por accidente John lo choco, y volcaron un poco de agua en el piso cuando Bailey toco el vaso, este se cubrió de hielo, fue muy impresionante solo quedaba el vaso vacío John abrió los ojos un tanto sorprendido y comento:

-Bien todo parece normal, la Emo vidente, la linda puede controlar la mente, el tontito que congela las cosas, la loca desquiciada de la sabiduría, yo con ese tema extraño de los libros o de atraer cosas, aquí no ha pasado nada, se los aseguro, y bueno mi hermana como bien inútil que es todavía no tiene ni idea cuál es su estúpido poder-. Dijo con un tono que parecía estar ebrio, o por lo menos eso se me ocurrió, lance una risa tormentosa a la que todos miraron y sonrieron.

-A quien le llamas inútil tremendo tarado, retrasado mental-. Dijo Quiana mientras tomaba una gaseosa de limón.

Cada vez el tiempo pasaba, yo temía que Quiana no descubriera su poder y que no pudiera entrar a la academia, pero eso reflexionar, todo esto transcurrió mientras buscaba una botella de jugo de uva, pensando en alguna actitud de Quiana, y en eso se vino a mi mente el día en que fuimos de compra, ese día Quiana había elegido unas prendas un tanto agradables, entonces no lo pensé comente:

-¿Y la moda? Quiana-. Mientras movía la lata de jugo

-La moda, la moda-. Repitió varias veces Quiana

-¡A bueno! ¡A bueno!, ahora resulta que el poder de mi hermana podría ser la moda, pero que idea más estúpida-. Dijo John

Quiana estuvo a punto de acotar a los insultos de su hermano, pero yo concrete el acto:

-¿A caso estas indispuesto? ¿Has bebido? ¿Qué te pasa? deja de molestar a tu hermana-.

Quiana y el resto lanzó una carcajada, yo también sonreí, John no respondió solo quedo en silencio, un tanto extraño, John jamás se guardaba una sola palabra, se acomodó sus pelos rojizos, y se quedó mirando el suelo, entonces Quiana se quedó mirando a mi pequeña gata que la observaba sin parar, Quiana solo la acaricio y se puso a hablar con ella, como si fuera una persona, esta decir que luna, mi gata, no la conocía demasiado. En ese momento supimos el verdadero poder Quiana, ahora tan solo nos quedaba cambiarnos y partir hacia la estación.

m 9'