Hacia más de dos horas que Derek se había marchado, Paula escucho ruidos que venían de fuera de donde se encontraba. Sonidos sordos y gritos.
No sabia que estaba pasando fuera, pero de seguro había una pelea. Comenzó a atormentarce con preguntas ¿Seria Derek? ¿Estaría bien? Se puso en pie y comenzó a caminar de un lado a otro mientras la curiosidad amenazaba con sobrepasarla.
Quería salir, ver con sus ojos que sucedía allá afuera.
Unos segundos después un sonido fuerte inundó la habitación, y la única puerta que había en ella salió despedida por los aires.
Un hombre, apareció, bañado en sangre prácticamente, y unos enormes colmillos en la boca. Un vampiro, supuso ella.-- Al fin te encontré. --el vampiro sonrió macabra mete, como un completo loco. Paula retrocedió hacia atrás lo más que pudo, no le agradaba nada ese vampiro, miró hacia todos lados buscado algo con que defenderse, claro, que no había nada ya que el clan de Derek se había asegurado que no hubiera nada con lo que ella pudiera escapar. Justo cuando precisaba de los malditos fantasmas, no había uno. Si, ella los odiaba, pero por alguna razón la habían protegido un par de veces.
-- ¿Qué...qué quieres? --le temblaba la voz, y la respiración se le hacía más pesada por el miedo. ¿Y si la mataba?
-- ¿Matarte? --la miro de arriba a abajo para luego sonreír.
Ok. Ahora si tenía miedo. A una velocidad sobrenatural él corrió hasta donde ella estaba acorralandola contra la pared.
-- Sueltame monstruo. --intentó empujarlo, pero era como intentar mover una pared de cemento.
-- Con gusto lo haré, luego de que acabe contigo.
-- Será mejor que la sueltes ahora mismo, o no tendré piedad a la hora de matarte.
Hubiera deseado que fuera como las películas y que Derek apareciera para salvarla, pero no era ni una película, ni un libro, ni siquiera era la realidad. Ya que para los humanos, este mundo es tan solo una fantasía. Quien apareció no fue Derek, sino Dimitri, el ardiente ruso que se parece a Derek.
Él tenía los ojos puesto en el vampiro, que la soltó inmediatamente para ponerse de frente con su salvador.-- Querrás decir, a la hora de intentar matarme.
Dimitri le sonrió, esa sonrísa hermosa, a pesar de ser una sonrisa asesina era atractiva. Todo en él lo era, incluso los ojos rojos que tenia en ese momento y los colmillos que sobresalían de su boca.
-- Ya veremos.
En menos de dos segundos se presentó una pelea campal frente a ella, con movimientos rápidos y certeros. El vampiro corrió hacia Dimitri, para voltearlo al suelo en el momento que él se hacía a un lado, rápidamente lo dio contra la pared y se puso detrás del vampiro tomándolo por el cuello.-- Esto será una advertencia para tus amigos. -- Dijo antes de desgarrarle el cuello y luego cortarle la cabeza.
Quizás, solo quizás no estaba preparada para ver aquello. La sangre emanando del cuerpo y la cabeza al otro lado de la habitación. Sentía su corazón intentando salir de su pecho, se dejó caer al suelo, aún mirando el cuerpo, hasta que Dimitri se arrodilló frente a ella y le tomó la cara entre sus manos, apartandole la vista del vampiro muerto. Lo miró y vio que sus ojos ya no eran rojos.
-- ¿Estas bien querida?
Le parecía tan sexy su acento, estaba segura de poder vivir feliz solo escuchando hablar. Paso los dedos por su mejilla haciéndola reacciónar.
-- Si, lo estoy.
-- Bien. -- miró hacia donde estaba el cuerpo y ella siguió su mirada-- Será mejor que saques esa imagen de tu mente o luego no podrás dormir.
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Derek el Vampiro
Vampire--Dime una cosa-- Derek se sentó a su lado-- ¿Cuantas veces has visto a personas, que se "enamoran" --recalcó las comillas con las manos-- y luego traicionan, engañan, mienten? Dime ¿Cuántas veces se enamoran? ¿Cuantas veces creen haber encontrado e...