Para cuando Alfred volvió a la mansión su gemelo había logrado que el mayor se diera una ducha, se afeitara y comiera algo que no fuera simplemente vino. Con solo eso Francis volvía a tener un aspecto más saludable y normal que cuando lo encontraron, aún faltaba que recuperara un poco el peso y que descansara lo suficiente para desvanecer las ojeras y faltaba aún más para que volviese a ser el mismo de siempre -o lo más parecido que pudiese ser a su yo de antes- pero se empezaba por algo. "Con el tiempo volverá a ser el mismo, lo sé" se dijo Alfred para animarse, aunque no estaba muy seguro de sus palabras.
Matthew tuvo la delicadeza de no preguntarle cómo le había ido con Arthur y en cambio se dedicó a contarle a Francis cómo la estaban llevando ellos en sus respectivas naciones, Alfred contribuía con graciosas y algunas fantasiosas historias solo por querer ver de nuevo la sonrisa del que, al igual que con Arthur, todavía consideraba su padre. Pero después de un rato se detuvo.
Francis rompió en llanto.
Los americanos se miraron preocupados, no era extraño que Francis llorara de vez en cuando, sin embargo esta vez era diferente: en lugar de hacer drama y demasiado ruido, su llanto era angustiante, silencioso.
- ¿Pére? - Matthew lo tomó de los hombros, su voz baja y calmada tenía un toque de pánico.
Pero Francis no contestó, se soltó suave y al levantarse les dio la espalda. No podía contestarles y aunque lo intentase sabía bien que no podría seguir fingiendo estar mejor frente a ellos.
¿Cómo hacerlo cuando las pequeñas sonrisas de Matthew y su constante charla le recordaban las tardes y noches en que Arthur y él charlaban de todo y nada a la vez, recordando cuando eran pequeñas naciones, cuando el mundo resultaba un misterio para ellos y sus deseos de libertad e independencia les llenaban los corazones?
¿Cómo hacerlo cuando el solo escuchar charlar a Alfred y verlo dramatizar sus fantásticas historias, su memoria le trae los recuerdos de un pequeño y molesto Arthur asegurándole que las hadas, unicornios y demás seres mágicos existen y son sus amigos?
¿Cómo hacerlo cuando de solo verlos le recordaba a quien había perdido y quien le rompió el corazón?
Matthew y Alfred no dijeron nada cuando el mayor subió las escaleras y volvió a encerrarse en su cuarto. Después de unos momentos Matthew intuyó por donde iba el asunto, así que una vez que entre él y Alfred terminaron de levantar todo aquello que habían ocupado y terminar de arreglar el desastre que creó Francis en su depresión, fueron en búsqueda de las dos únicas naciones que podrían apoyar al galo en la situación: Prusia y España.
- ¿Crees que será lo mejor?
- No podemos hacer nada más, es lo más adecuado para que se recupere
Alfred aún no estaba del todo convencido, le preocupaba bastante el tener que dejar a Francis encargado con alguien más cuando él y su hermano podían hacerse cargo. Sin embargo Matthew fue firme en su decisión, y realmente no es como si Alfred pudiera hacerlo cambiar de opinión. Después de todo, era Matthew el más empático de los dos, además de ser el mayor.
Una vez que escucho irse a los gemelos, Francis volvió a bajar y buscó en las alacenas vino que tomar, al no encontrarlo en las cocinas ni en los muebles del comedor decidió ir por sus reservas escondidas en los estantes de la biblioteca. Fue en vano, pues a medio camino recordó que fueron las primeras botellas en desaparecer cuando llegó. Sin nada que tomar para olvidarse de las cosas, volvió a su cuarto.
Al entrar se dio cuenta de que Matthew también había limpiado la habitación e incluso abrió las cortinas y la puerta que daba al balcón. Con paso lento camino hasta salir, el aire le dio en la cara y lo hizo alzar la mirada. El sol estaba por ocultarse y el ambiente era agradable, aunque también tenía un algo que lo hacía triste, nostálgico.
Se recargó en la pared y resbaló hasta quedar sentado mirando todo por entre los adornos del barandal. Ahora estaba solo de nuevo. Apretó los dientes cuando notó llegar las lágrimas. Estaba harto, estaba harto de lágrimas y debilidad, aunque no había mucho que pudiera hacer para evitarlas.
Los días siguientes no fueron muy distintos, al menos ahora ya no se perdía en su depresión -estaba más repuesto, le gustaba pensar- recordaba comer y el vino se acabó el día que los gemelos se fueron así que no tenía forma de olvidarse de todo al caer más borracho que nada.
Suponía que, después de tanto ya no tenía más lágrimas que derramar. Sus ojos estaban tan secos cómo su corazón y cómo, él suponía, pronto lo estaría también su alma. No que fuera dramático, pero era así precisamente cómo se sentía.
Tomó la costumbre de caminar por la mansión, al principio para torturarse con las memorias y recuerdos felices que reunió con su familia en ese lugar, después, para tratar de hacerse a la idea de que nada de eso volvería y que en algún punto, él debía dejarlo ir así como Arthur había hecho.
Fue justo en medio de uno de esos paseos que lo hallaron Gilbert y Antonio, tardaron más de lo que pensaron en ir debido a sus obligaciones y al tardío llamado de los gemelos pero allí estaban.
- ¡Francis! Por dios, te ves terrible - el español se acercó hasta fundirse en uno de sus fuertes abrazos, su tono aunque quiso sonar a broma fue más preocupado que otra cosa.
- Sí, ya me lo han dicho ¿qué hacen aquí? - su mirada pasó de Antonio a Gilbert, se soltó del abrazo y los miró con una ceja alzada -es más ¿quién les dijo que estaba aquí?... mes enfants, Matthew et Alfred - se respondió él solo al instante.
- Pues sí, ellos están muy preocupados por ti y querían estar aquí pero...
Antonio dejó la frase inconclusa, aunque Francis sabía bien qué quería decir: "Pero saben que con su presencia te recuerdan a Arthur". Hizo el intentó de sonreírles pero estaba cansado para hacerlo, además de que ellos no se tragarían esa mentira.
Los invitó a pasar y, con tiempo, mucho tiempo, entre los tres pudieron traer algo del Francis de antes... aunque, como ya sabían, nunca volvería a ser el mismo.
Ese es el precio que trae consigo un corazón roto.
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Arthur: La historia de un imperio
FanfictionArthur Kirkland, la representación humana de Inglaterra y el representante de todo Reino Unido ante el mundo... su historia podrá no ser feliz, pero sí de lo más interesante ¿Te atreves a conocerla? Contiene OC's, headcannon, menciones de mpreg y má...