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"Hay actitudes que duelen,
Cosas que confunden y
Orgullo que distancia"

Paloma

-¡Dios! ¡Dios! Si en la borrachera te ofendí, en la cruda me sales debiendo - los lamentos de Lu, me hacían reír y eso hacia que la cabeza me doliera más.

-Jajajaja te pasas, y ya no me hagas reír. — trate de sostener  mi cabeza.

-Es verdad, y esta vez lo digo en serio no lo vuelvo hacer.

-Eso espero, por que me has hecho beber como tabernero.

-Tenia que hacer que pagaras tu cuota de la universidad.

-¿Cómo? - sabía que no tenía que preguntar, pero la curiosidad mató al gato.

-Si dime ¿Alguna vez te emborrachaste en una fiesta de fraternidad y después tuviste sexo con algún chico muy caliente y despertaste con él?

-No nunca lo hice - y era verdad, es más no recordaba ni siquiera andar mucho de fiesta, y no es que no saliera pero la beca me exigía mucho.

-Entonces agradece.

-¿De que? De amanecer con la cabeza a punto de explotar y con esto- le dije señanlando el parche en mi costado.

-No, de que no amaneciste con un sexy y caliente chico, por que anoche sobraban.

-Lo dudo, con toda seguridad habría vomitado sobre él.

Los dos nós soltamos a reír y a sostenernos la cabeza.

-Deberia ser ilegal, no deberían permitir que uno se haga un tatuaje cuando no está en sus cinco sentidos - me queje.

-Mejor cállate, te pusiste obstinada.

-¿En serio? No me acuerdo. — Y era verdad no podía recordar.

-Bueno yo tampoco pero ya te conozco. - Le aventé la toalla que tenía en las manos - No ya en serio, si te pudiste algo pesada, y más cuando decidiste el diseño.

-Dios solo espero y haya quedado bien. ¿Cuando me bañe me puedo quitar el parche?

-Si pero no te asolees por unos días, no dejes de ponerte la crema y tener limpio y seco el tatuaje. — Hablo la voz de la experiencia.

-Por lo menos estaba tan ebria que no recuerdo si dolió.

-Gracias por eso, por que tienes una boquita de carretonera.

-Lo prometo no vuelvo a beber.

Cuando llegamos al aeropuerto de la ciudad de México Lu y yo nós despedimos, el se quedaría y yo seguiría con mi viaje a Nueva York. Me acompaño hasta que mi vuelo fue anunciado, aunque ya habíamos pasado varias veces por lo mismo, siempre que nós despedíamos me dolía como si fuera la primera vez, de antemano sabía que lo volvería a ver, pero aun no me iba y ya lo extrañaba.

-Promete que pronto iras a visitarme - le exigí.

-Te lo prometo, pasare las fiesta de navidad y año nuevo contigo - lo abracé fuertemente y las lágrimas amenazaron con salir.

-Te quiero mucho - le dije mirándolo.

-Yo más tonta - le di un beso y me fui.

Para cuando llegue a Nueva York ya era más de media tarde, decidí ir a la oficina hasta el día siguiente, incluso no llamaría ni a Helen ni a Jacob. Helen con seguridad vendría a la casa y me acosaria . Descansaría esta noche y mañana me pondría al día, total que podría cambiar en unas horas.

Angel de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora