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"Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad...
Éramos el infierno perfecto".

Paloma

En la linea de espera Jefferson me aguardaba con un rostro cansando y una sonrisa de disculpa.

-No me digas tu jefe te mando por exprés - dije de modo agrio en cuanto me acerque a él.

-Lo conoces, pero esta vez tu tambien tienes culpa por no responderle las llamadas y haberte ido así - suspire con fastidio.

-¡Bien! Ya que tengo niñera, la aprovechare - lo tome del brazo y le sonreí -Desayunaras conmigo, vamos me muero de hambre.

-De acuerdo tu mandas, pero... antes tienes que llamarlo - me ofreció su teléfono.

-Después del desayuno - Michael me miro entre divertido y con reproche - Lo prometo - levante mi mano derecha - Solo quiero desayunar tranquila - le puse ojos de cachorro.

-Eres imposible, te gusta volverlo loco. - Quiso sonar serio, pero una sonrisa se poso en sus labios.

Michael tomo mi maleta y me llevo al estacionamiento, abordamos el coche y se puso en marcha.

Llevabamos veinte minutos de trayecto cuando me di cuenta de que no ibamos al hotel.

-Michael ¿A donde me llevas? El hotel no es por aqui.

El me miro sorprendido antes de responder.

-El señor Hamilton me dio instruciones y en ellas un domicilio.

-Michael no pienso ir a ningún lugar, llevame al hotel.

Vi la indecisión y el conflicto en su rostro, eso me hizo ponerme en su lugar, estaba más que furiosa pero él solo cumplia ordenes del jefe.

-Michael deten el coche... por favor - él me miro de nuevo con indecisión - Solo dame el maldito teléfono para hablar con el dictador.

Él me dio el celular y después de marcar el número aguarde.

-Jefferson ¿Ya llegó? - escuche su voz a través del aparato, y no pude negar la emoción... ¡Centrate! Me regañe mentalmente.

-¿Me puedes decir a donde carajos me lleva Michael?

-¡Ángel!

-¡Ángel nada! Me mandas una niñera y me llevas a no se donde sin ni siquiera preguntarme qué pienso.

-Solo quería darte una sorpresa, pensé que quizás en la casa de la playa estarías más cómoda.

-Tal vez, ¿Pero no crees que hubiera sido considerado de tu parte preguntar? - le espete con furia.

El silencio se hizo, al parecer cada uno tenía algo en que pensar.

-Solo deja de actuar como niña y haz lo que te diga. - me pidió en tono condescendiente.

Eso bastó para encenderme de nuevo.

-Tristán si Michael no me lleve al hotel, te puedo asegurar que buscaré el modo de hacerlo yo.- Le asegure.

-Pon en la línea a Jefferson - sentí lo cortante de su orden.

Tristán

-Llevala al hotel y quedate cerca, llevala a donde necesite... Ahhh Jefferson dile que eso no está a discusión.

En cuanto termine la llamada lance el aparato contra el suelo.

-¡Maldita sea! - la frustración me carcomía.

Angel de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora