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Si el Amor fuera tan fácil, no existirían de insomnio, no dolería tanto su pérdida, no te dejaría tantas cicatrices invisibles.
Si el Amor fuera tan fácil, no te arrancaría un suspiro o te dejaría sin aire con solo mirar sus ojos.
Si el Amor fuera tan fácil, no valdría la pena complicarse tanto la vida.
                             Min Of Brandon.
                         
Mire el reloj una vez más, estaban a punto de llegar, suspiré ya no pensaba que fuera una buena idea, el timbre de la puerta... respire profundo.

-Creí que lo mejor era una botella de tequila - La primera en llegar fue Sandy.

Hellen llego quince minutos después.

Nos sentamos y nos quedamos en silencio, al parecer no era la única con problemas de interacción.

-¿Margaritas? -dijo por fin Sandy, Hellen y yo asentimos agradecidas. - Ok, ustedes las preparan y yo pongo música- eso era lo me gustaba de Sandy esa chispa de alegría de poder llevarse bien con todos.

Después de dos margaritas y buena música el ambiente era otro, incluso Hellen que es más callada que yo empezó de parlanchina.

-Hay algo de lo que me gustaría contarte - dijo mirándome fijamente - Bueno también a ti- Es a vez fue a Sandy - Me caes bien, en fin nunca he sido muy buena para relacionarme con la gente y que decir de hombres eso se me va peor, se que mi falta de seguridad es el mayor problema, y no sería problema pero... - Hellen se mordió el labio en inferior y nos miraba - ¡Creo que... estoy enamorada! - soltó de pronto y se tapó la cara con las manos.

-¡Hellen eso es bueno! - alabó Sandy -¿O no? - me pregunto cuando vio que no decíamos nada.

-No, nunca es bueno - dijo Hellen en un susurro, Sandy me miró extrañada.

-No entiendo - admitió Sandy.

-¡Solo mírame!

-Lo hago Hellen pero sigo sin comprender. — Sandy la miraba.

-No soy una belleza y además soy muy insegura, y siempre he tenido el tino de enamorarme de imposibles.

-¡Idiotas! - repliqué, las dos me miraron - Si, por que ninguno se dio cuenta de la gran mujer que eres.

-¡Por favor!

-No Hellen yo también pienso que eres una mujer bonita, y además por lo que intuyo eres muy dulce. Es cierto que si tú quisieras hay algunas cosas que podríamos hacer  y...

-¡Ssiiii! Me parece muy buena  idea - aplaudí.

-No, no creo que lo sea - admitió Hellen en voz baja.

-¡Oh señorita no tiene idea! - le aseguró Sandy.

Abrí los ojos y me sentí desorientada, me incorporé un poco pero una punzada me hizo llevarme las manos a la cabeza, maldije y la boca me supo a metal oxidado y seco, muy reseco.

-¡Carajo! -salí corriendo al baño, si tenía algo en  el estómago, ya no había nada. ¡Dios! La cabeza aún me daba vueltas, traté de pensar que tanto había tomado, las margaritas... y no recordaba que más, otra punzada en la cabeza.

Regrese a rastras a mi cama, ¡Dios! ¡Dios si en la borrachera te ofendí en la cruda me sales debiendo! Me reí, eso diría Lu si estuviera aquí.

Vi la hora en mi teléfono ¡Maldición! Tenía que darme prisa, me senté en el filo de la cama, no sé en qué carajos pensaba, si se como me va después de una noche de tragos.

Como pude me bañe y arreglé para ir a mi oficina, no pensaba acudir a la construcción y menos a la empresa con Tristán, hoy no podría defenderme de él.

Angel de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora