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"Y si fuéramos un poco
más valientes esta noche,
tal vez estaríamos juntos, probablemente con el
mismo insomio que
ahora, pero al menos,
lo compartiríamos en
la misma cama".

Edwin Vergara.

Paloma

-¡¿Tu que haces aquí?!

Sara "La osita" me miraba iracunda, parada en la puerta.

-No tengo por que darte explicaciones - respondí friamente.

-¡¡¿Como?!! ¡¡¿Como que no?!! Estas en la casa de "Mi novio", muy temprano por la mañana, y es obvio que la ropa es del día anterior, lo que me asegura que pasate la noche aqui.

-¿Tu crees? - ahora fui cinica.

Ella levanto su mano derecha para abofetearme, pero la alcance agarrar en el vuelo.

-Mira estoy muy cansada y la verdad no tengo ningunas ganas de estar aguantando tus histerias ¿Quieres respuestas? Pideselas a "Tu novio"

Sin decir mas pase por su lado, ella siguio insultandome, me llamo zorra, descarada...  en fin quizas todas las cosas que se le ocurrieron, pero no me inmute, ya tendría con mi arrepentimiento despues y eso... si es que llegaba por que honestamente... no lo estaba.

Tristán

Sentía los ojos tan pesados, me costo mucho poder abrirlos, la  luz me lastimaba y tenía una sed, como si estuviera en el desierto.

Cuando por fin logre orientarme, supe que estaba en mi habitación. Trate de sentarme pero la cabeza aún me daba vueltas.

Trate de pensar en la noche anterior... recordaba el bar donde me había citado con Esteve... despues había visto algunos empleados, pero lo que me sorprendio fue ver a Paloma con ellos, fue extraño, pero no puedo negar que me gusto tanto verla, que me acerque con el pretexto de saludar.

Asi que cuando Esteve sugirio que no les unieramos, inmediatamente acepte, ellos... ellos estaban en un juego con bebidas... bueno solo lograba recordar hasta que... si le dije que la llevaria a casa y déspues... déspues... nada.

Lleve mis manos a mi cabeza, decidí levantarme para darme una ducha, tenía que despejar mi mente.

-¡Vaya hasta que despiertas! - esa voz, ¡Dios! Compasión... mi cabeza.

-Sara ¿Que haces aquí? - no disimule la molestia en mi voz.

-No seas descarado, la que debería preguntar soy yo ¿No crees? - entre su voz chillona y los gritos, la queria estrangular para que se callara.

-Mira no se de que hablas, pero como te conozco y se que no te callaras hasta que sueltes todo, empieza para que me pueda bañar, solo que antes te aviso, no recuerdo mucho de anoche, asi que si te moleste para que me trajeras a casa, lo siento.

-¡¡Lo sientes!! ¡Lo sient... espera en verdad ¿No recuerdas? - ahora parecía muy asombrada.

-Te estoy diciendo - ¿De verdad era lenta o se hacía?

-¿Te ibas a bañar?

-¿Es tan obvio? - me mofe.

-Bueno te espero y hablamos.

Me senti tan agradecido cuando las gotas empezaron a recorrer mi cuerpo, ya no podía seguir con Sara, ella se estaba volviendo un lastre muy pesado... deslice la esponja por mi cuello y pecho... y fue como si de pronto recordara unas manos deslizandoce... ¿Un sueño? ¿Dejavu? ¿Pero... parecía como... si en realidad hubiera pasado.

Angel de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora