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Enfermería

(Narra Lymingway)

Desinfectante. Eso fue lo primero que percibí cuando desperté.

Abrí los ojos , parpadeando varias veces para que las manchitas de colores se conviertieran en siluetas nítidas.

Quise incorporarme hacia delante para ver mejor , pero un dolor punzante en mi estómago hizo que me volviera a recostar con un quejido.

- Doctora , el Capitán ha despertado - escuché decir a una voz ronca y apagada.

- Buenas tardes , capitán , ¿ me escucha ?

- Perfectamente - tosí para aclarar mi voz - ¿ qué hora es ?

- Abra los ojos por favor - lo hice y Sophie puso una molesta linterna frente a mis ojos, indicándome que siguiera la luz - Son las cinco, ha dormido un día y medio entero.

- ¿ Puedo incorporarme un poco ?

- Sí, espere que le ayudo.

La doctora puso unas almohadas en la pared y tiró de mi de forma que quedara medio sentado en la cama .

- ¿ Dónde está Ryan ? - inquirí preocupado. Antes de meterla en el bote se había desmayado y quería saber que estaba bien.

- Estoy aquí, Capitán - susurró una voz a mi lado y giré la cabeza hacia la izquierda haciendo que mi cabeza comenzara a dolerme.

- ¡ Ryan ! - exclamé aliviado y la examiné con la mirada. Sus mejillas ya no estaban lilas,pero seguía estando muy pálida. Y podía ver que de vez en cuando la sacudía un temblor - Toma mis mantas , ¿ estás bien ?

Me levanté rápidamente para acercarme a ella .

- ¡ Ay ! - me quejé cuando algo tiró de mi barriga y sentí escozor.

- ¡ Capitán , siéntese ! - me ordenó la doctora visiblemente alterada y volví a mi cama resignado.

Me aparté bruscamente cuando Sophie hizo ademán de quitarme la camiseta.

- Por favor , Capitán - rió negando con la cabeza - Tiene usted una herida en el abdómen, ¿ me deja ver que está bien ?

- Sí, claro, lo siento - me excusé con una sonrisa y levanté con una mano mi camiseta verde - ¿ ve ? Se le han saltado los puntos, voy a tener que conserle otra vez.

- Está bien.

Grité cuando arrancó de un tirón el parche blanco manchado de sangre que cubría la herida.

- Voy a ponerle anestesia - informó cogiendo una aguja.

- ¡ NO ! - grité alarmado - nada de anastesia.

- ¡ Pero le dolerá mucho ! Tengo que volver a coserle la herida.¿ No me diga que le tiene miedo a las agujas ? - me miró divertida.

- Aguantaré. Sin anestesia- aseguré y le eché un vistazo a Ryan.

Ella apartó la vista roja como un tomate cuando vió que le había pillado observando fijamente mis abdominales. Solté una carcajada y ella se tapó la cara con una sonrisa avergonzada.

En ese momento sentí el primer pinchazo de la aguja atravesando la piel.

- Podía haber avisado - mascullé mirando hacia el techo.

- Es mejor no hacerlo, por experiencia - se encogió de hombros.

Mientras cerraba toda la herida, yo me limité a mirar hacia arriba mientras apretaba con fuerza las manos y los dientes.

No dejé escapar ni un solo alarido.

- Listo - dijo la doctora y se dió la vuelta para coger un parche nuevo.

- ¿ Ya ? - pregunté aliviado.

- ¿ Quiere que siga ?

- No , por favor - me horroricé y estuve bien calladito hasta que ella terminó con su trabajo - ¿ Cuando puedo irme ?

- De momento esperaremos a que se le cierren los puntos , por lo que no debe moverse - me advirtió como a un niño pequeño- durante lo que queda de hoy y el día de mañana.
Le dejaré un par de pastillas por si acaso le duele, no se las tome seguidas , debe dejar un hueco de unas ocho horas entre una y otra.

- ¿ Yo puedo salir ya ? Me encuentro mucho mejor -Heming esbozó una débil sonrisa.

- No estás bien. Tú te quedas - le advertí, y la doctora se mostró conforme.

- Será mejor que pases aquí la noche , Ryan. Recuerda abrigarte bien , pondré la calefacción para que no pases frío.

SÍ, CAPITÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora