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Examen de Ingreso

Suelto mi labio enfurruñada y paso la lengua por ellos. De tanto apretar me he hecho sangre.

Tras presentar mi currículum y hacer el exámen teórico,nos han hecho esperar media hora para supervisarnos para el exámen práctico.

Nos van llamando de cinco en cinco, y a cada grupo estoy más nerviosa, mi nombre está cerca.

Cuando me llaman, dejo a un lado todos los sentimientos y entro firme a la sala. Estoy muy segura de mí misma, he entrenado muchísimo, y sé que estoy preparada.

- Bien , la primera parte del examen será un combate cuerpo a cuerpo. Queremos a los mejores , así que los vencedores aprobarán y los perdedores tendrán que marcharse - anuncia un señor al que le empiezan a asomar algunas canas.

- Sí, señor - respondemos sincronizados.

- ¿ Alguna pregunta ?

- Señor.. - pide permiso un chico joven a mi derecha. El supervisor asiente con la cabeza - Si somos cinco, ¿ cómo nos van a emparejar ?

- Dos y dos, y el soldado restante luchará contra mi compañero - señaló a un tipo detrás suya que se estaba poniendo unas vendas en los nudillos. Señor, espero que me toque contra el chico joven.

Ryan , ¿ cómo se te ocurre pensar así ? Tu puedes con todos, te toque con quien te toque , me regañé a mi misma.

- Bien - examinó unos papeles que traía en la mano- el señor Himenal y el señor Jamsin serán una pareja, Flerk y Ryan otra , y el joven Rick y el señor Clifford formarán el último combate .

Mierda. Me ha tocado con él .

Mientras el tal Flerk intercambiaba unas palabras con el supervisor , eché un vistazo rápido a las otras parejas. Al chico de los veintidós años le habían puesto con un hombre de unos cuarenta, bastante intimidante. Y el cincuentón escuálido estaba con un treintañero fornido.

¿ Por qué han puesto a los que parecen más débiles contra los más fuertes ?

Me centré en el hombre que tenía delante. Por un momento me permití observar su figura detenidamente : Metro ochenta y siete , pelo cobrizo muy corto, musculatura pronunciada.

Analicé sus puntos débiles mientras alzaba los puños para cubrirme y comenzábamos a movernos en círculos alrededor de la "pista". Desde luego, mi contrincante era difícil. Era fuerte , pero seguro que yo me movía mucho más rápido. Sin embargo no podía pasarme todo el rato esquivando sus puños , o me cansaría rápido sin conseguir nada. Tenía que atacar.

Un cuerpo a cuerpo contra él era casi imposible. Aunque yo no era debilucha , su fuerza era indudablemente mayor que la mía. Lo comprobé cuando llegó su primero puñetazo , que impactó en mi mandíbula con un crujido. Pareció retirarse un poco, dándome a entender que me daba espacio para atacar.

Sin embargo, como no lo hice, lanzó otro puñetazo, que esta vez esquivé exitosamente y conseguí ensartar mi puño en su mejilla.

Seguí este método durante varios minutos. Él atacaba , yo esquivava y golpeaba directa y cuando él quería devolvérmela yo ya me había movido a otro sitio. Rápido y efectivo.

El tiempo se acababa y su paciencia se esfumó.

Se tiró encima de mi y yo chillé sorprendida. No sabía que los placajes estaban permitidos.

Me cogió bruscamente entre sus brazos y se dispuso a lanzarme fuera del ring. Desesperada, en el último momento conseguí enganchar mis piernas a ambos lados de su cabeza, formando una llave que terminó tirándonos a los dos al suelo, con la pequeña diferencia de que su cuerpo había caído fuera del círculo rojo.

Sonriendo con satisfacción, se puso en pie rápidamente y me tendió una mano que acepté con un quejido. Quizás él estuviera acostumbrado a los golpes , pero mi espalda había quedado hecha polvo.

- Enhorabuena, has peleado bien-me palmeó la espalda antes de irse . Orgullosa , esbocé una sonrisa mientras cogía el autobús para volver a mi casa.

SÍ, CAPITÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora