Capítulo 9

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Desde lo sucedido con Soraya, todos me daban miedo. Perdí la confianza en la gente, y la actitud tan persistente de él me daba miedo y no sabía como pedirle que me deje en paz después de lo amable que había sido conmigo. Me empezaba a impacientar, deseaba que llegase Khadija para que este conmigo.
El día había terminado y no recibí ninguna visita. Lo único bueno fue que me subieron a Nassir y lo dejaron conmigo, ya que el estaba bien Alhamdulillah. Me informaron que me estaba poniendo bien y que si al día siguiente seguía igual ya podrían darme el alta. Tenía la esperanza de que al amanecer recibiese la visita que tanto esperaba, pero nada. Estaba completamente sola y desamparada. No sabía que iba a hacer, temía por mi vida y la de mi hijo. Salim me vio preocupada y se atrevió a preguntarme:
-¿En que piensas?
-Tengo miedo a la hora de salir de aquí, tengo miedo que vuelvan a atentar con mi vida y la de Nassir- dije mirando al techo
-Puedes contar conmigo en lo que quieras
-Ya no confió en nadie...
-Te entiendo, pero yo no te busco ningún mal. Me gustaría ser tu amigo no se... No perder contacto contigo
-Si... Supongo que no hay nada malo en ello, o no se...
-Déjame ser tu amigo por favor
-Esta bien, espero no arrepentirme- dije forzando una sonrisa mientras me giré a mirarle a los ojos. Unos ojos negros hermosos, de los cuales no me había percatado antes. Me devolvió una sonrisa intacta, no se como pude tener cabeza para pensar en lo guapo que era. Pero lo pensé.
En aquel momento, solo podía ayudarme Salim, no tenía móvil ni dinero. En cuanto me dieron de alta, le pedí que me llevase a casa de Khadija. Le di la dirección cargó con Nassir y le seguí al coche. Parecía buena persona, pero mi desconfianza era profunda. Estaba cansada y solo tenía ganas de dormir. La cantidad de citas que me esperaban en el psicólogo y en la comisaría me agotaba solo de pensarlo. Todo el camino fue un silencio descomunal.
Llegamos, me abrió la puerta y salí despacio. Cogí a mi hijo en brazos y Salim me siguió. Llamé al timbre y me abrió Khadija:
-¡Hija mía! ¿Dónde estabas? Nos tenías con el corazón encogido- dijo mientras me daba un beso y me quitó a Nassir.
-Es una larga historia... Ahora te cuento todo
-Este chico ¿Quién es?
-Mi héroe.
-¿Cómo?- preguntó Mohamed saliendo del salón. En cuanto lo vi se formo una sonrisa en mi rostro. El no dejaba de mirar a Salim y viceversa.
-Pasa Salim- le dije como si estuviese en mi casa
-No, yo tengo que irme ya. Quería asegurarme de que llegues bien y bueno toma- me ofreció una pequeña tarjetita que contenía su número - llámame cuando quieras, adiós.
-¿Llámame cuando quieras? Qué ya te has echado novio o que.
-No
-¿Dónde has estado? Te buscamos por todos lados.
-Viviendo la vida mamá- dijo Mohamed en un tono un poco desagradable mientras se metió a la habitación.
-Khadija, me secuestraron... Soraya no es nada de lo que me dijo- se formó un nudo en mi garganta.
-¿¡QUÉ!?- exclamó Mohamed saliendo con cara de preocupación -¿Cómo? ¿Quién te ha secuestrado?
-El jefe de mi ex, los traficantes...- les conté todo con lujo de detalle - El mundo de los traficantes, supera la ficción.
Mohamed empezó a ponerse nervioso y Khadija agradece a Allah el hecho de que este bien.
Por esa noche iba a quedarme a dormir ahí, me veía tan perdida. Seguro que por mi ausencia ya había perdido mi trabajo. Estaba desesperada por aquella situación, lo único que quería era dormir y descansar. Antes de hacerlo entré al cuarto de Mohamed:
-Salamo 3likom espero no molestarte
-No, nunca eres una molestia ¿necesitas algo?
-Si, me podrías conseguir un móvil, te lo pagaré. Todo lo tengo en mi casa y por el momento me da miedo ir ahí.
-No te preocupes, mañana tienes móvil ¿Estás bien? Me refiero mentalmente, debe de ser traumático vivir todo eso.
-Si, debe de serlo. Me cuesta un poco dormir, pero por el momento bien Alhamdulillah. Mentalmente no me afectó tanto, porque gracias a Allah no me torturaron. Pero bueno gracias.
-Descansa, y no te preocupes por nada yo estoy aquí para lo que sea- dijo sonriendo.
Cuando amaneció, me despertó Nassir con sus quejidos. Lo cogí y salí salón, estaba Mohamed desayunando con su madre.
-Buenos días- dije-Buenos días ¿Que tienes pensado hacer hoy?- pregunto Mohamed mientras le daba el último trago a su taza de café
-No se, no quiero salir... Ahora que lo recuerdo tengo que ir a comisaría- resopló mientras el telefonillo sonó - ¿Quién será?
-Es tu amigo Fátima el de ayer, le he dicho que suba- informó Khadija mientras se metía al baño.
-Vaya, empezamos bien la mañana- dijo Mohamed con un tono de fastidio mientras se levantaba a ponerse los zapatos.
Salim llamó a la puerta aunque ya estaba abierta, fui a recibirle:
-Salamo 3likom Fatima.
-3alikom salam , pasa.
Entró y saludó a Mohamed amablemente, en cambio él se mostró un poco borde mientras terminaba de atarse los cordones.
-¿Que tal te encuentras?- me preguntó Salim
-Bien, aunque sinceramente sigo muy cansada
-Normal... Bueno yo venia a traerte tu papeleo del médico y las citas, lo dejaste ayer en el coche.
-¡Ah! Es verdad, muchas gracias- le agradecí sonriendo, mientras notaba la mirada de Mohamed clavada en nosotros- ¿No te ibas?- le pregunté.
-Si ahora mismo, ya os dejo solos no te preocupes. Adiós- se despidió dando un portazo.
-¿Qué le pasa? ¿Siempre es así de borde?
-No... No se que le pasa últimamente. Tengo que ir a la comisaría así que me voy a vestir.
-¿Te llevo?
-Vale, me harías un gran favor.
Una vez llegado a la comisaría, volví a dar mi declaración de lo sucedido, me enseñaron varias fotos de delincuentes para ver si reconocía a alguien pero como no pude ver a nadie no sirvió de nada. Me ofrecieron una casa de protección pero me negué, así que me pusieron un agente que me seguiría a todos lados por si pasaba algo. Pero como no pensaba salir de casa no me ha hacer mucha falta.

Continuará...

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