Harder. [2da temporada "Miradas Secretas"] Justin Bieber & Tú.

Capítulo 21. "Los Valverde"

Acomode mi vestido y abrí la puerta.

-Se mira hermosa, señorita Hundson. -al escuchar esas palabras mi corazón cayo al suelo. Lo mire, en un pulcro traje negro, una camisa blanca y la corbata también negra.

-No me llames así. -arrugue la nariz y él ladeo la cabeza.

-Siempre me he preguntado, ¿Por qué no te agrada?  -me encogí e hombros.

-No lo se, Edward. Pero no lo hagas más, por favor. -él sonrió.

-Vale. Te miras hermosa, totalmente a tus pies, mi amor.  -le sonreí escondiéndome detrás de mis pestañas. Un bello latido que elevo toda mi sangre hasta las mejillas. Tiro de mi barbilla.- Anda, ya quiero que todos allá tiren la mandíbula al verte. Más que orgulloso que estés a mi lado, belleza. -me extendió su mano y la tome.

Salí y él cerro la puerta.

Fuimos al elevador. Lo miraba de reojo, él se miraba igual o más nervioso que yo. Agitaba su pie derecho denotando su nerviosismo. Pero no comprendo, él cada año acompaña a sus padres a este tipo de cena.

Es decir, yo nunca me había vestido tan elegante, que yo recuerde. Y también que yo recuerde no había estado en una cena tan importante, rodeada de gente tan "importante". La que debería estarse tirando las uñas soy yo.

Mi celular sonó dentro del pequeño bolso. Edward me miro. De inmediato saqué el celular y contestar.

-Hola.

-Señorita Hundson. -escuche su voz distorsionada por la interferencia al estar dentro el elevador.

 -Sorpresa escuchar su voz ¿Cómo esta? -dije, mire a Edward y frunció el ceño.

Mis manos comenzaron a temblar como si tuviera tanto frio. Me ha sorprendido la llamada de el señor Bieber, luego de aquella llamada de "Advertencia" luego de haber pasado la tarde con Edward, él no volvió a llamar excepto a enviar uno que otro mensaje, preguntando como estaba, para luego volver a hacer su advertencia. 

-¿Donde estas? -la interferencia seguía.

-En un elevador. No escucho bien. -dijo algo completamente incomprensible por la interferencia.- Tengo que ir a una cena del trabajo. 

-¿Una cena? Hundson... ¿Edward esta ahí?  -el elevador abrió sus puertas y Edward y yo salimos.

-Nada relevante. Una cena de fin de año, algo tranquilo en la oficina. Sólo compañeros.  

-Eso espero. -dijo con un tono incrédulo.- Bien, te dejo. Te llamo en un rato. Y... que te diviertas, uno siempre se encuentra sorpresas en esas cenas, ¿no?  -permanecí callada, con un escalofrío recorriendo mi espalda.- Espero no esté mintiendo, porque siempre hayo la forma de saber la verdad.

-Así lo hago. Confía en mi.

-Seguro. Confío en usted. Bien... Adiós, señorita Hundson.

-Buenas noches.  -colgué la llamada y guarde mi celular en el pequeño bolso.

Mire a Edward y le sonreí tratando de ocultar mi nerviosismo. 

-¿Quien era? -sostuve el aire y lo solté.

-Mi abuelo.  -él alzó una ceja y comenzamos a caminar hacia la puerta de salida. 

-¿Porque le mentiste y no le dijiste que venias a una cena conmigo? -al salir a la calle un fuerte viento hizo poner mi piel eriza.